La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha lanzado una nueva normativa para prevenir la pérdida auditiva, con motivo del Día Mundial de la Audición, en la que recomienda establecer un nivel sonoro medio máximo de 100 decibelios o proporcionar acceso a áreas más tranquilas para que los oídos descansen.
La normativa se ha publicado bajo el lema 'Para oír de por vida, escucha con cuidado', debido a que la organización alerta de que más de mil millones de personas de entre 12 y 35 años corren el riesgo de perder la audición debido a una exposición prolongada y excesiva a la música alta y a otros ruidos recreativos de gran volumen.
Más de 1.500 millones de personas en todo el mundo viven con pérdida de audición y, según estimaciones recientes, esta cifra podría aumentar a más de 2.500 millones en 2030. La agencia de la salud estima que el 50% de las pérdidas auditivas pueden prevenirse con medidas de salud pública.
"Millones de adolescentes y jóvenes corren el riesgo de sufrir una pérdida de audición debido al uso inseguro de dispositivos de audio personales y a la exposición a niveles de sonido perjudiciales en lugares como clubes nocturnos, bares, conciertos y eventos deportivos"
"Millones de adolescentes y jóvenes corren el riesgo de sufrir una pérdida de audición debido al uso inseguro de dispositivos de audio personales y a la exposición a niveles de sonido perjudiciales en lugares como clubes nocturnos, bares, conciertos y eventos deportivos", ha afirmado la directora del Departamento de Enfermedades No Transmisibles de la agencia de la salud, Bente Mikkelsen.
Por ello, entre las recomendaciones, la OMS también aconseja controlar y llevar un registro constante de los niveles sonoros con equipos calibrados; Optimizar la acústica y los sistemas de sonido de las salas para garantizar una calidad de sonido agradable y una escucha segura; Poner a disposición del público protectores auditivos con instrucciones de uso; Y formar a los trabajadores y facilitarles información.
En definitiva, la organización sanitaria alienta a los gobiernos a que elaboren y apliquen legislaciones que promuevan la escucha segura y que conciencien sobre los riesgos de la pérdida de audición. Por su parte, el sector privado debería incluir las recomendaciones de la agencia en sus actividades de entretenimiento.
Asimismo, se aconseja promover cambios de comportamiento; para ello, las organizaciones de la sociedad civil, los padres, el personal educativo y sanitario juegan un papel fundamental educando a los jóvenes para que adopten hábitos de escucha segura.