La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha reclamado que se priorice la donación de vacunas contra la COVID-19 al Mecanismo COVAX antes que la vacunación de los niños y adolescentes sanos en los países ricos.
"Por una cuestión de equidad global, mientras muchas partes del mundo se enfrenten a una escasez extrema de vacunas, los países que hayan logrado una alta cobertura vacunal en sus poblaciones de alto riesgo deberían dar prioridad al reparto global de las vacunas a través de COVAX antes de proceder a la vacunación de los niños y adolescentes con bajo riesgo de padecer una enfermedad grave", pide el organismo sanitario internacional de Naciones Unidas en un comunicado.
Igualmente, la OMS recomienda administrar las dosis de refuerzo a las personas con mayor riesgo de enfermedad grave por COVID-19, como los ancianos, antes que vacunar a los niños y adolescentes.
"Los niños y los adolescentes tienden a presentar una enfermedad más leve en comparación con los adultos"
Dada la actual desigualdad mundial en el acceso a las vacunas, la decisión de vacunar a los adolescentes y los niños debe tener en cuenta el establecimiento de prioridades para proteger plenamente a los subgrupos de mayor riesgo mediante series de vacunación primaria y, dado que la eficacia de la vacuna disminuye con el tiempo transcurrido desde la vacunación, mediante dosis de refuerzo. "Antes de considerar la vacunación en adolescentes y niños, se debe considerar la posibilidad de lograr una alta cobertura de las series primarias y de las dosis de refuerzo, en los subgrupos de mayor riesgo, como los adultos mayores", señalan.
En este contexto, insisten en que "dado que los niños y los adolescentes tienden a presentar una enfermedad más leve en comparación con los adultos, a menos que pertenezcan a un grupo con mayor riesgo de padecer COVID-19 grave es menos urgente vacunarlos que a las personas mayores, a las que padecen enfermedades crónicas y a los trabajadores sanitarios".
En cualquier caso, defienden que la vacunación puede reducir la transmisión del virus en niños y adolescentes a los adultos mayores, así como ayudar a reducir la necesidad de medidas en las escuelas.
"Minimizar las interrupciones en la educación de los niños y mantener su bienestar general, su salud y su seguridad son consideraciones importantes. Las medidas de los países deben facilitar la participación de los niños en la educación y otros aspectos de la vida social, y minimizar el cierre de las escuelas, incluso sin vacunar a los niños y adolescentes", esgrimen.
Por otra parte, la OMS recuerda que es "de suma importancia que los niños sigan recibiendo las vacunas infantiles recomendadas para otras enfermedades infecciosas".