La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha publicado su primera guía para el tratamiento de la enfermedad por el virus del Ébola, con nuevas recomendaciones sólidas para el uso de dos anticuerpos monoclonales: mAb114 (Ansuvimab; Ebanga) y REGN-EB3 (Inmazeb), y ha reclamado mejorar el acceso a los mismos.
Tal y como señala la OMS, los brotes y las respuestas anteriores al ébola han demostrado que el diagnóstico y el tratamiento tempranos con atención de apoyo optimizada (con reposición de líquidos y electrolitos y tratamiento de los síntomas) mejoran significativamente la supervivencia.
Así, las directrices servirán de apoyo a los proveedores de atención sanitaria que atienden a los pacientes con ébola, y a los responsables políticos que participan en la preparación y respuesta a los brotes.
Los ensayos clínicos se llevaron a cabo durante los brotes de ébola, y el mayor de ellos se realizó en la República Democrática del Congo, lo que demuestra que se puede aplicar el máximo nivel de rigor científico incluso durante los brotes de la enfermedad en contextos difíciles.
La nueva guía complementa las directrices de atención clínica que describen los cuidados de apoyo optimizados que deben recibir los pacientes de ébola, desde las pruebas pertinentes que deben administrarse hasta el manejo del dolor, la nutrición y las coinfecciones, y otros enfoques que ponen al paciente en el mejor camino hacia la recuperación.
"Esta guía terapéutica es una herramienta fundamental para luchar contra el ébola", ha señalado el copresidente del Grupo de Desarrollo de Directrices de expertos seleccionados por la OMS, Richard Kojan.
El acceso a estos dos tratamientos sigue siendo difícil, especialmente en las zonas con pocos recursos.
"Ayudará a tranquilizar a las comunidades, a los trabajadores sanitarios y a los pacientes, de que esta enfermedad potencialmente mortal puede ser tratada gracias a medicamentos eficaces. A partir de ahora, las personas infectadas por el virus del ébola tendrán más posibilidades de recuperarse si buscan atención lo antes posible", ha declarado.
"Al igual que con otras enfermedades infecciosas, la oportunidad es clave, y la gente no debe dudar en consultar al personal sanitario lo antes posible para asegurarse de recibir la mejor atención posible", ha expresado.
Las dos terapias recomendadas han demostrado claros beneficios y, por tanto, pueden utilizarse en todos los pacientes con resultado positivo confirmado de enfermedad por el virus del Ébola, incluidas las personas mayores, las mujeres embarazadas y lactantes, los niños y los recién nacidos de madres con Ébola confirmado dentro de los primeros siete días después del nacimiento.
Los pacientes deben recibir los anticuerpos monoclonales neutralizantes recomendados lo antes posible tras la confirmación del diagnóstico por parte del laboratorio
Además, en la guía también hay una recomendación sobre las terapias que no deben utilizarse para tratar a los pacientes: entre ellas están el ZMapp y el remdesivir.
"Los avances en los cuidados de apoyo y la terapéutica de la última década han revolucionado el tratamiento del ébola, que solía percibirse como una muerte casi segura", ha señalado el doctor Robert Fowler, de la Universidad de Toronto (Canadá).
"La prestación de los mejores cuidados médicos de apoyo a los pacientes, combinada con el tratamiento con anticuerpos monoclonales (MAb114 o REGN-EB3), conduce ahora a la recuperación de la gran mayoría de las personas", apunta.
DIFICULTAD EN EL ACCESO
Con todo, el acceso a estos dos tratamientos sigue siendo difícil, especialmente en las zonas con pocos recursos. Por eso, la OMS está dispuesta a apoyar a los países, fabricantes y socios para mejorar el acceso a estos tratamientos.
Para contribuir en los esfuerzos nacionales y mundiales por aumentar la asequibilidad de los medicamentos biológicos y los correspondientes biosimilares, la OMS publicó la primera invitación a los fabricantes de tratamientos contra el Ébola para que compartan sus medicamentos, de tal manera que la Unidad de Precalificación de la OMS los pueda evaluar. Se trata de un paso "crucial" para mejorar el acceso para las comunidades y los países afectados por la enfermedad, según aseguran desde el organismo sanitario de las Naciones Unidas.
"Hemos visto avances increíbles tanto en la calidad como en la seguridad de la atención clínica durante los brotes de ébola", ha apuntado la doctora Janet Díaz, jefa de la unidad de gestión clínica del programa de Emergencias Sanitarias de la OMS.
"El diagnóstico precoz, proporcionando una atención de apoyo optimizada con la evaluación de nuevas terapias en ensayos clínicos, ha llevado al desarrollo de un nuevo estándar de asistencia a los pacientes. Sin embargo, el acceso oportuno a estas intervenciones que salvan vidas tiene que ser una prioridad", afirma Díaz.
Finalmente, la OMS propone realizar mejoras adicionales en la atención y en la comprensión y caracterización de la enfermedad por el virus del Ébola y sus consecuencias a largo plazo, y para garantizar la inclusión continua de poblaciones vulnerables (mujeres embarazadas, recién nacidos, niños y personas mayores) en investigaciones futuras.