Si los países de la Región Europea de la Organización Mundial de la Salud (OMS) introdujeran un nivel mínimo de impuesto del 15% sobre el precio de venta al por menor por unidad de alcohol, independientemente del tipo de bebida alcohólica, se salvarían 133.000 vidas al año, según un estudio realizado por el Consejo Consultivo sobre enfermedades no transmisibles (ENT) de OMS Europa.
"Los impuestos sobre el alcohol son una de las políticas más rentables para reducir los niveles de consumo y los daños atribuibles. Se podrían salvar muchos miles de vidas al año en la Región Europea de la OMS si los Estados miembros introdujeran más impuestos sobre el alcohol. En toda la región, los impuestos sobre la venta de alcohol son más bajos que los impuestos sobre el tabaco", explica la OMS en un comunicado.
En toda Europa, el consumo de alcohol provoca cada año casi un millón de muertespor una amplia gama de causas, entre ellas las enfermedades cardiovasculares, el cáncer y otras enfermedades no transmisibles, así como las enfermedades infecciosas y las lesiones. Cada día en la Región, alrededor de 2.500 personas mueren a causa del alcohol.
"En el contexto del alcohol, la fiscalidad debe considerarse una medida sanitaria, y no un instrumento puramente económico"
"En el contexto del alcohol, la fiscalidad debe considerarse una medida sanitaria, y no un instrumento puramente económico. En la actualidad, existe un importante consenso entre los Estados miembros para seguir la recomendación de la OMS de una cuota impositiva mínima del 75% del precio de venta al público del tabaco, objetivo que ya ha sido alcanzado por más de la mitad de los 53 países de la Región. Sin embargo, es muy poco lo que se está haciendo en relación con el consumo de alcohol con las mismas medidas", ha dicho la directora del Programa de Alcohol y Drogas Ilícitas de OMS Europa, Carina Ferreira-Borges.
Cualquier cantidad de alcohol puro debería costar lo mismo, independientemente de la bebida alcohólica, según este grupo de trabajo.
"Debemos recordar que lo importante es el precio final que el consumidor paga por la botella. Los consumidores no compran, por ejemplo, 10 gramos de alcohol puro. Compran una botella de cerveza, de vino o de licor, por lo que los niveles de precios de cualquier bebida deberían estar al mismo nivel en función de la cantidad de alcohol que contenga", explica el doctor Jürgen Rehm, miembro del Consejo Asesor sobre ENT, científico principal del Instituto de Investigación sobre Políticas de Salud Mental y del Instituto de Investigación sobre Salud Mental de la Familia Campbell, en el Centro de Adicciones y Salud Mental de Toronto (Canadá).