La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que desde mayo de 2020 se han registrado más de 100.000 casos de COVID-19 en las prisiones de la región europeadel organismo sanitario internacional de Naciones Unidas.
En el Día Internacional de Nelson Mandela, que se celebra este domingo 18 de julio, la OMS/Europa ha elaborado un paquete de nuevos materiales para proteger la salud en las prisiones, entre otras cosas, garantizando un acceso equitativo a las vacunas.
Denuncian que muchas prisiones han sufrido "escasez de equipos de protección y diagnóstico, así como de los productos más básicos para prevenir la infección, como agua y jabón"
"La pandemia de COVID-19 ha demostrado lo importante que es garantizar el derecho a la atención sanitaria en los centros de detención. Las condiciones de hacinamiento que pueden ser antihigiénicas y mal ventiladas, junto con los entornos estresantes y, en algunos casos, el mal estado nutricional de las personas, pueden hacer que la COVID-19 sea una enfermedad aún más peligrosa para las personas en prisión", resaltan desde la OMS.
Durante la pandemia, denuncian que muchas prisiones han sufrido "escasez de equipos de protección y diagnóstico, así como de los productos más básicos para prevenir la infección, como agua y jabón". "Incluso cuando las vacunas estuvieron disponibles, muchas prisiones no tenían el equipo adecuado para vacunar a todos los reclusos", resaltan.
"Además, la movilidad de los funcionarios de prisiones y del personal de apoyo entre los centros de detención y las comunidades circundantes, junto con el traslado de los reclusos entre las instalaciones, aumentó el riesgo de que el virus entrara en la prisión y se propagara rápidamente en el interior antes de ser exportado a la comunidad exterior", añaden.
Así, la OMS defiende por qué los Estados miembros tienen "el deber de proteger a todos los ciudadanos, independientemente de su condición legal". "En comparación con la comunidad exterior, las personas que viven en las prisiones tienen una mayor carga de enfermedades tanto transmisibles como no transmisibles. Además de tener un mayor riesgo de contraer COVID-19, esta carga les hace más vulnerables a sufrir resultados sanitarios graves, incluida la muerte", apunta la doctora Carina Ferreira-Borges, jefa en funciones de la Oficina Europea de Prevención y Control de las Enfermedades No Transmisibles de la OMS.