En el proceso para descubrir las formas de frenar el cáncer se descubren cada vez más dianas terapéuticas que podrían facilitar el camino para crear fármacos que valieran para curar diferentes tumores. Una última investigación publicada en 'Nature Communications' ha hallado una proteína clave para el crecimiento de las células tumorales cultivadas y de ratones.
La proteína, conocida como HnRNPK, se une al ARN mensajero (ARNm) que codifican los dos genes IER3 e IER3-AS1. Estos genes son muy activos en varias formas de cáncer. Al unirse al ARNm de estos genes, la HnRNPK impide la formación de ARN de doble cadena entre ellos y los mantiene separados. El estudio también muestra que, de forma similar, la proteína HnRNPK se une al ARNm de varios otros genes, impidiendo la formación de ARN de doble cadena.
"Mantener separados los ARN de estos dos genes favorece el crecimiento de los tumores que dependen de factores de crecimiento. Sin la proteína HnRNPK, las propiedades que promueven el crecimiento de los tumores se neutralizan, lo que allana el camino para el desarrollo de fármacos que bloqueen la HnRNPK", afirma Chandrasekhar Kanduri, uno de los responsables de la investigación.
"El mecanismo tiene el potencial de convertirse en una opción más atractiva para el tratamiento del cáncer, con menos efectos secundarios"
El descubrimiento permite influir indirectamente en el factor de crecimiento FGF-2, que es bien conocido por ser clave tanto en el proceso por el que las células madre maduran en varios tipos de células como en el desarrollo embrionario temprano.
"Dado el papel crucial del FGF-2 en el desarrollo humano normal, el uso de fármacos dirigidos directamente al factor de crecimiento tendría demasiados efectos secundarios. El mecanismo que hemos identificado ahora forma parte de la misma cadena de señalización, pero más abajo. Por tanto, el mecanismo tiene el potencial de convertirse en una opción más atractiva para el tratamiento del cáncer, con menos efectos secundarios", afirma Meena Kanduri, autora correspondiente del artículo.
Se necesitan más investigaciones para verificar la transferibilidad del hallazgo de los estudios en cultivos celulares y ratones a los seres humanos. En la próxima etapa, el grupo tiene previsto realizar estudios ampliados para examinar con más detalle cómo el par de genes regulados por el FGF-2 gobierna el entorno de crecimiento de los tumores.