Con motivo del Día Europeo de la Narcolepsia, una enfermedad neurológica crónica caracterizada por la incapacidad del cerebro para regular los ciclos de sueño y despertar, la Sociedad Española de Neurología (SEN) ha advertido de que más del 60 por ciento de los casos está aún sin diagnosticar y de que los retrasos en el diagnostico pueden ser superiores a los 10 años.
La narcolepsia es una enfermedad rara que solo afecta a unas 20-60 personas por cada 100.000 habitantes, pero que es altamente discapacitante por los síntomas que provoca: somnolencia diurna excesiva, pérdida del control muscular ante las emociones (cataplejía), fragmentación del sueño, alucinaciones y parálisis del sueño, entre otras.
Se trata de una enfermedad rara que solo afecta a unas 20-60 personas por cada 100.000 habitantes
Aunque el inicio de la enfermedad puede darse a cualquier edad, generalmente comienza en adolescentes o adultos jóvenes, existiendo un pico de incidencia a los 15 y a los 36 años. Pero, además, es una enfermedad que se desarrolla paulatinamente. En la mayoría de los casos, la somnolencia diurna excesiva suele ser el primer síntoma y la cataplejía se desarrolla más tarde, pero es muy común que durante los primeros años, después de la aparición de los primeros síntomas, haya una progresión en la gravedad de los síntomas existentes y se desarrollen otros adicionales.
Según la coordinadora del Grupo de Estudio de Trastornos de la Vigilia y Sueño de la SEN, la doctora Ana Fernández Arcos, es poco habitual que la progresión de los síntomas continúe pasados los 4 ó 6 años desde el inicio de las primeras señales, pero de la misma forma también es muy común que los pacientes no consulten los síntomas hasta que estos no han adquirido cierta gravedad, de ahí los retrasos en los diagnósticos.
De hecho, hay muchos pacientes que, aunque comienzan sus síntomas en la adolescencia, no son diagnosticados y tratados adecuadamente hasta la edad adulta, a pesar de los problemas de aprendizaje o de integración social que esta enfermedad pueda acarrear, sobre todo a ciertas edades.
La mayoría de pacientes que comienzan con síntomas en la adolescencia no son diagnosticados y tratados adecuadamente hasta la edad adulta
Así, el 50 por ciento de las personas con narcolepsia tienen dificultad para dormir bien por la noche; el 20 por ciento sufre de pesadillas, parálisis el sueño y alucinaciones; el 80 por ciento presenta conductas anormales durante el sueño y un 20 por ciento padece trastornos alimentarios, con tendencia a la obesidad.
No obstante, es una enfermedad que cursa principalmente con somnolencia diurna excesiva y cataplejía, y hasta un 60 por ciento de los pacientes con narcolepsia tiene asociado un segundo trastorno del sueño. En concreto, la SEN estima que en España hay unas 25.000 personas que padecen esta enfermedad.
"Con motivo de estos síntomas, es además muy frecuente que los pacientes tengan problemas para concentrarse o de memoria y que también pueda verse influida la velocidad de procesamiento de la información y ciertas funciones ejecutivas, sobre todo la fluidez verbal", explica la doctora, que añade que hasta un 50 por ciento de los pacientes con narcolepsia tiene quejas de memoria. "Por otra parte, la mayoría de los estudios que se han llevado a cabo sobre esta enfermedad destacan la elevada prevalencia de diferentes trastornos depresivos y ansiosos entre los pacientes", detalla.
Desde la SEN insisten en que, aunque la narcolepsia no tenga cura, existen tratamientos muy eficaces
Aunque el origen de la narcolepsia no está un del todo claro, los estudios recientes señalan que la narcolepsia puede deberse a trastorno autoinmune, debido a una combinación de predisposición genética con factores ambientales, que hace que se pierdan neuronas secretoras de hipocretina en el hipotálamo, una estructura que se encuentra en el cerebro.
En todo caso, la gran mayoría de los casos tienen una causa desconocida y no existen antecedentes familiares. De hecho, solo en menos del 5 por ciento de los casos se ha encontrado algún vínculo familiar o se ha asociado a algún otro tipo de trastorno cerebral.
La narcolepsia es un trastorno del sueño, pero solo un tercio de los pacientes con trastornos del sueño llegan a consultar con un especialista. En este sentido, desde la SEN insisten en que, aunque la narcolepsia no tenga cura, existen tratamientos muy eficaces.
Por el contrario, la narcolepsia no controlada conlleva en la infancia problemas de atención, de memoria, en el lenguaje que influyen en el rendimiento escolar; y en adultos, menor rendimiento, lentitud en los tiempos de reacción, problemas de memoria que también influyen en el ámbito laboral. "Pero además también afecta al ámbito familiar y social. Un diagnóstico y un tratamiento adecuado para cada caso permiten que los pacientes experimenten una mejoría importante y puedan llevar una vida normal", concluye la doctora de la SEN.