Tres mutaciones en la proteína de pico de la variante Epsilon del SARS-CoV-2 disminuyen la potencia neutralizadora de los anticuerpos inducidos por las vacunas o las infecciones pasadas de COVID-19, según un estudio de la University of Washington School of Medicine (Estados Unidos).
Según este trabajo, publicado en la revista científica 'Science', las mutaciones dan a esta variante del coronavirus de interés un medio para evadir totalmente los anticuerpos monoclonales específicos y reduce la eficacia de los anticuerpos del plasma de las personas vacunadas.
Para conocer mejor las características de la variante Epsilon, los investigadores probaron la resistencia del plasma de personas expuestas al virus, así como de personas vacunadas. La potencia neutralizadora del plasma contra la variante Epsilon en cuestión se redujo entre 2 y 3,5 veces.
Dio lugar a una pérdida total de neutralización por parte de 10 de los 10 anticuerpos probados específicos para el dominio N-terminal en la glicoproteína de la espiga
Al igual que el SARS-CoV-2 original, la variante infecta las células diana a través de su glicoproteína de espiga, la estructura que corona la superficie del virus. Los investigadores descubrieron que las mutaciones Epsilon eran responsables de reordenamientos en áreas críticas de la glicoproteína de espiga; los estudios de criomicroscopía electrónica mostraron cambios estructurales en estas áreas. La visualización de estas mutaciones ayuda a explicar por qué los anticuerpos tenían dificultades para unirse a la glicoproteína de la espiga.
Una de las tres mutaciones en la variante Epsilon afectaba al dominio de unión al receptor en la glicoproteína de la espiga. Esta mutación redujo la actividad neutralizadora de 14 de los 34 anticuerpos neutralizadores específicos de ese dominio, incluidos los anticuerpos en fase clínica.
Las otras dos de las tres mutaciones de la variante afectaban al dominio N-terminal de la glicoproteína de la espiga. Los investigadores utilizaron la espectrometría de masas y el análisis estructural para descubrir que una parte del dominio N-terminal del coronavirus fue remodelada por estas mutaciones. El sitio de corte del péptido señal se desplazó en el supersitio antigénico del DNT, y se formó un nuevo enlace disulfuro. Esto dio lugar a una pérdida total de neutralización por parte de 10 de los 10 anticuerpos probados específicos para el dominio N-terminal en la glicoproteína de la espiga.
Los científicos creen que descubrir mecanismos de evasión inmunitaria, como este nuevo mecanismo basado en la modificación del péptido señal, es tan importante como la vigilancia de variantes mediante la secuenciación del ARN. Juntos, señalan, estos esfuerzos podrían ayudar a contrarrestar con éxito la pandemia en curso.