A pesar de utilizar antidepresivos, muchas mujeres embarazadas tuvieron síntomas persistentes de depresión y ansiedad durante el embarazo y el posparto, informa un nuevo estudio de Northwestern Medicine, de la Universidad de Northwestern, en Estados Unidos y publicado en la revista Psychiatric Research and Clinical Practice.
El estudio también descubrió que los síntomas de ansiedad son comunes en las mujeres deprimidas tratadas, y quelos síntomas empeoran con el tiempo en algunas mujeres. Este es el primer estudio que mide las diferentes trayectorias de la depresión y la ansiedad en las mujeres embarazadas y en el posparto. A lo largo del embarazo, el 18% de las mujeres tenía síntomas depresivos mínimos, el 50% leves y el 32% clínicamente relevantes.
Este estudio permite saber que las mujeres necesitan un seguimiento continuo durante el embarazo y el posparto
"Se trata de los primeros datos longitudinales que demuestran que muchas mujeres embarazadas presentan síntomas de depresión y ansiedad durante el embarazo y el posparto, a pesar de haber optado por continuar el tratamiento con antidepresivos", resalta la autora principal, la doctora Katherine Wisner, directora del Centro Asher para el Estudio y Tratamiento de los Trastornos Depresivos y profesora de psiquiatría y de obstetricia y ginecología en la Universidad Northwestern. "Nos permite saber que estas mujeres necesitan un seguimiento continuo durante el embarazo y el posparto, para que sus médicos puedan adaptar su tratamiento para aliviar sus síntomas", añade.
Por su parte, la coautora, doctora Catherine Stika, profesora clínica de obstetricia y ginecología en Northwestern y ginecóloga de Northwestern Medicine añade que "los factores psicológicos y psicosociales cambian rápidamente a lo largo de la maternidad. Las revisiones repetidas permitirán al médico adaptar el tipo y/o la intensidad de la intervención hasta que los síntomas mejoren".
La depresión también afecta al bebé. "Esto es clave, ya que los niños expuestos a una madre deprimida tienen un mayor riesgo de sufrir trastornos del desarrollo en la infancia", advierte Wisner.
La nueva investigación también ha demostrado que las embarazadas que tomaban inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina para tratar su depresión mostraban un estado de salud subóptimo, que incluía un índice de masa corporal elevado, infertilidad, migrañas, trastornos tiroideos y asma. Los antecedentes de trastornos alimentarios predijeron puntuaciones elevadas en la trayectoria de la depresión.
En el estudio longitudinal prospectivo de cohortes participaron 88 mujeres embarazadas. Completaron evaluaciones cada cuatro semanas desde la entrada en el estudio hasta el parto y a las seis y 14 semanas después del mismo. La depresión y la ansiedad perinatales están muy extendidas y afectan al 20% de las mujeres durante el embarazo y después del parto.