Los trastornos de conducta alimentaria (TCA) son una afección de salud mental que cada vez sufren más jóvenes. Tras la pandemia, los casos de TCA aumentaron y con ello la gravedad. El encierro, el miedo, la incertidumbre, la gestión de las emociones y la propia historia de cada persona ha llevado a una multiplicación de casos. Solo en datos de la Asociación contra l’Anorèxia i la Bulimia (ACAB) en 2020 y 2021 se encontraron 5.000 casos, antes de la pandemia eran 2.000.
En este contexto, un nuevo estudio presentado en la 38ª reunión anual de la Sociedad Europea de Reproducción Humana y Embriología (ESHRE, por sus siglas en inglés), las mujeres a las que se le ha diagnosticado el trastorno alimentario anorexia nerviosa tienen cinco veces más de probabilidades de tener bebés con bajo peso.
Sus resultados muestran también un riesgo considerablemente mayor (298%) de sufrir unparto prematuro y más del doble de probabilidades (341%) de sufrir un desprendimiento de la placenta. Todo ello en comparación con las madres que no padecen anorexia, que suele ser un problema de salud mental de por vida.
Los trastornos alimentarios pueden afectar a la menstruación, pero las mujeres con anorexia conciben de forma natural o con la ayuda de fármacos para estimular la ovulación
El estudio se ha basado en datos de más de 9 millones de mujeres con y sin anorexia, un trastorno psiquiátrico grave caracterizado por la inanición y la malnutrición.
La líder del trabajo, Ido Feferkorn, de la Universidad McGill de Montreal (Canadá), ha destacado que los resultados sobre la incidencia de los recién nacidos pequeños para la edad gestacional como "escandalosamente más altos" cuando se comparan con los resultados de la descendencia de mujeres con peso saludable.
Los trastornos alimentarios pueden afectar a la menstruación, pero las mujeres con anorexia conciben de forma natural o con la ayuda de fármacos para estimular la ovulación.
"Muchos especialistas en fertilidad se enfrentan al dilema de tratar a las mujeres que están desnutridas"
"Muchos especialistas en fertilidad se enfrentan al dilema de tratar a las mujeres que están desnutridas. O bien, al negarse a hacerlo, posiblemente impidan a estas pacientes la alegría de la paternidad. Las clínicas deberían ser conscientes de la magnitud de los resultados adversos relacionados con el embarazo entre aquellas pacientes con anorexia que sí conciben", ha comentado Feferkorn.
Los datos proceden de una gran base de datos de acceso público de registros de atención hospitalaria de Estados Unidos. Se incluyeron todos los partos entre 2004 y 2014 relacionados con mujeres con un diagnóstico de anorexia durante el embarazo (n=214) y las que no lo hicieron (n=9.096.574)
En general, los resultados mostraron resultados adversos significativos en el embarazo para las mujeres con anorexia. Además, mostraron que estas personas eran más propensas a tener otro problema psiquiátrico además de su trastorno alimentario, a ser fumadoras, a tener una enfermedad tiroidea, a ser de raza blanca o a tener mayores ingresos.
No se encontraron diferencias en las tasas de otras enfermedades que pueden afectar a las mujeres en el embarazo. Entre ellas estaban las enfermedades hipertensivas, la diabetes gestacional, la placenta previa, la hemorragia posparto y la infección bacteriana corioamnionitis. La necesidad de realizar una cesárea no fue mayor que en las mujeres sin diagnóstico de anorexia.