Un grupo de investigación dirigido por Sa Kan Yoo en el Centro de Investigación de la Dinámica de los Biosistemas (BDR) del RIKEN, en Japón, ha descubierto un tipo de muerte celular completamente desconocido que tiene lugar en los intestinos de la mosca de la fruta común, según publican en la revista PLOS Biology.
Se cree que este nuevo proceso, denominado erebosis por los investigadores, desempeña un papel en el metabolismo intestinal. Los hallazgos obligan a revisar el concepto convencional de muerte celular y, al mismo tiempo, dan un vuelco a la teoría previamente establecida sobre la homeostasis de los tejidos en el intestino.
Al igual que la piel, las células que componen el intestino mueren constantemente y son sustituidas por otras nuevas. Este proceso, denominado recambio, ayuda a mantener el equilibrio, u homeostasis, entre el crecimiento y la renovación de los tejidos.
La teoría convencional del recambio en los intestinos es que las células envejecidas o dañadas mueren mediante un proceso llamado apoptosis. También llamada muerte celular programada, la apoptosis es uno de los tres tipos de muerte celular reconocidos actualmente. La nueva investigación pone en tela de juicio esta suposición, aportando pruebas de un segundo tipo de muerte celular programada que podría ser específica de los intestinos.
Llamaron provisionalmente al proceso erebosis, basado en el griego 'erebos' que significa oscuridad, porque las células moribundas parecían muy oscuras bajo el microscopio
Como suele ocurrir, este descubrimiento se produjo por accidente. Los investigadores estaban estudiando una versión de la mosca de la fruta de ANCE, una enzima que ayuda a reducir la presión arterial. Observaron que la expresión de ANCE en el intestino de la mosca era irregular y que las células que la contenían tenían características extrañas.
"Descubrimos que ANCE etiqueta algunas células extrañas en el intestino de la mosca de la fruta - señala Yoo -. Pero nos costó mucho tiempo descubrir que estas células extrañas estaban muriendo realmente".
Descubrieron que las células extrañas eran oscuras y carecían de membranas nucleares, mitocondrias y citoesqueletos, y a veces incluso de ADN y otros elementos celulares necesarios para que las células sigan vivas.
El proceso era tan gradual y diferente a la muerte celular más repentina y explosiva que se observa en la apoptosis, que se dieron cuenta de que podría ser algo nuevo. Dado que las células positivas para ANCE se encontraban a menudo cerca de los lugares donde nacen las nuevas células en el intestino, se planteó la teoría de que el nuevo tipo de muerte celular está relacionado con el recambio en los intestinos.
Llamaron provisionalmente al proceso erebosis, basado en el griego 'erebos' que significa oscuridad, porque las células moribundas parecían muy oscuras bajo el microscopio.
"Creo que nuestros resultados tienen el potencial de ser un hallazgo seminal"
Para demostrar que la erebosis es un nuevo tipo de muerte celular, los investigadores realizaron varias pruebas. En primer lugar, la detención experimental de la apoptosis no impidió la homeostasis intestinal. Esto significa que el recambio celular en el intestino, incluida la muerte celular, puede proceder sin apoptosis.
En segundo lugar, las células moribundas no mostraban ninguno de los marcadores moleculares de la apoptosis o de los otros dos tipos de muerte celular conocidos. Las células en fase avanzada de erebosis sí mostraban un marcador general de muerte celular relacionado con la degradación del ADN.
El examen detallado de las células en las que se estaba produciendo la erebosis reveló que estaban situadas cerca de grupos de células madre intestinales. Esto es una buena prueba de que las células erebóticas son sustituidas por células intestinales recién diferenciadas durante el recambio.
Irónicamente, la enzima que condujo a este descubrimiento no parece estar directamente implicada en el proceso, ya que la anulación o sobreexpresión de ANCE no afectó al recambio ni a la erebosis. Por lo tanto, el siguiente paso es averiguar los acontecimientos moleculares detallados que permiten la erebosis y el recambio celular en el intestino de la mosca.
"Creo que nuestros resultados tienen el potencial de ser un hallazgo seminal. Personalmente, este trabajo es la investigación más innovadora que he realizado en mi vida - subraya Yoo -. Estamos muy interesados en saber si la erebosis existe tanto en el intestino humano como en las moscas de la fruta".