La ministra de Ciencia e Innovación, Diana Morant, ha explicado este lunes en la Comisión de Ciencia, Innovación y Universidades del Senado, las líneas generales de la política de su Departamento, entre las que destaca la nueva Ley de la Ciencia, aprobada el pasado viernes en Consejo de Ministros.
"Esta nueva Ley es la mano que hoy España le tiende a la Ciencia, tras darle la espalda especialmente durante la última década, una década de recortes, que provocó precariedad en las carreras, la fuga de talento científico, la destrucción de miles de plazas públicas, el envejecimiento de las plantillas y un tapón para toda una generación de investigadores e investigadoras", ha señalado Morant durante su intervención.
"Hoy tenemos la convicción, el compromiso, la hoja de ruta y los recursos necesarios para reparar un sistema fallido con el fin de que dé respuesta a las necesidades de nuestra comunidad científica e innovadora y haga de España un país atractivo para la Ciencia"
De esta forma, defiende que esta nueva Ley "es uno de los instrumentos transformadores con los que España va a saldar su deuda histórica con la ciencia" y con los científicos e investigadores, "esenciales" para la sociedad, para la modernización de la economía y para el "éxito" en la transición ecológica y digital.
"Hoy tenemos la convicción, el compromiso, la hoja de ruta y los recursos necesarios para reparar un sistema fallido con el fin de que dé respuesta a las necesidades de nuestra comunidad científica e innovadora y haga de España un país atractivo para la Ciencia", afirma la ministra, que considera que la retención de talento es un "factor clave" para que España genere riqueza y asegure el bienestar de las generaciones actuales y futuras.
Para la responsable del Ministerio, esta nueva ley es "una ley coral", que parte del diálogo con "todos los agentes del sector y da soluciones reales a sus legítimas demandas", y que "cumple con la gran reivindicación histórica de la ciencia: blindar una financiación pública estable y creciente en I+D+i, acorde a la media europea". La ministra se refiere así a que, por primera vez, se incorpora por ley un compromiso con la financiación estable de la ciencia. En concreto, se refleja el objetivo de alcanzar una inversión pública en I+D del 1,25% del PIB en 2030 con la meta de llegar al 3% global (sumando la financiación privada) que propone la UE.