El verano pasado se produjeron 1.875 defunciones atribuibles al exceso de temperatura a nivel nacional, el 56% de ellas se produjeron en el mes de agosto, mientras que el grupo de edad más afectado fue el de más de 74 años que concentró el 90% de las defunciones, según el Centro Nacional de Epidemiología (CNE) del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII).
Durante 2020 se estima que un 1,8% de exceso de defunciones por todas las causas asociadas al exceso de temperatura. El resto del exceso de mortalidad identificado por MoMoCalor podría atribuirse a causas diferentes del exceso de temperatura, como la infección directa por Covid-19, la mortalidad indirecta de la pandemia de Covid-19 o a cualquier otra causa de defunción.
Estos datos, registrados en el informe MOMOCalor de Estimaciones de la Mortalidad atribuible a Excesos de Temperatura en España, recogen el periodo comprendido entre el 1 de junio y el 15 de septiembre de 2020. Entre estas fechas fueron frecuentes los episodios cálidos, destacando dos episodios de temperaturas notablemente por encima de las normales. El primero tuvo lugar entre el 25 de julio y el 2 de agosto, y el segundo entre el 6 y el 10 de agosto, ambos catalogados por Agencia Española de Meteorologista (AEMET) como olas de calor.
En el verano de 2020, se observó una gran heterogeneidad geográfica en las temperaturas registradas en España. Y la mortalidad atribuible al exceso de temperatura en el verano de 2020 fue superior a la observada en los veranos de 2017 y 2018, pero menor que en los veranos de 2019, 2016, 2015 y considerablemente menor que la observada en el verano 2003.
Los mayores de 74 años representaron el 90% de las defunciones por calor durante el verano pasado
En las CCAA de Aragón, Castilla La Mancha, Extremadura y Navarra, el exceso de defunciones atribuibles al exceso de temperatura se situó por encima del percentil 75 de los porcentajes de exceso de mortalidad registrado en todas las CCAA, en el verano de 2020.
En zonas del centro y este de Andalucía, y en puntos del este de Extremadura, oeste de Castilla-La Mancha y suroeste de Madrid, el verano resultó extremadamente cálido, es decir, las temperaturas sobrepasaron el valor máximo registrado por Aemet en el periodo de referencia 1981-2010.
Los avisos de mortalidad Kairós -una herramienta que define diversos niveles de riesgo de mortalidad atribuible a variaciones de temperatura por exceso (más calor) o por defecto (más frío)- de nivel 2 (riesgo moderado) y 3 (riesgo alto) se lanzaron, en mayor medida, a nivel de CCAA que a nivel nacional y se concentraron en los periodos con excesos de temperatura.
Durante estos periodos las temperaturas máximas a nivel nacional alcanzaron el umbral de disparo de la mortalidad. A nivel local sólo algunas regiones del noreste y centro peninsular superaron dichos umbrales.