Aproximadamente 83,4 millones de personas, es decir el 29 por ciento de los adultos (de 15 a 64 años) de la Unión Europea han consumido alguna vez una droga ilegal, siendo el cannabisla sustancia más consumida; más de 22 millones de adultos europeos que declararon haber consumido cannabis en el último año.
Entre todos los consumidores, se observa un mayor número de hombres (50,5 millones) que de mujeres (33 millones). Y, respecto al resto de drogas, tras el cannabis los estimulantes son la segunda categoría notificada con mayor frecuencia. Así, se estima que en el último año 3,5 millones de adultos consumieron cocaína, 2,6 millones de MDMA y 2 millones de anfetaminas.
Mientras, alrededor de un millón de europeos consumieron heroína u otro opioide ilegal en el último año. Aunque la prevalencia del consumo es menor en el caso de los opioides que en el de otras drogas, los opioides siguen representando la mayor parte de los daños atribuidos al consumo de drogas ilegales.
Aunque la prevalencia del consumo es menor en el caso de los opioides que en el de otras drogas, los opioides siguen representando la mayor parte de los daños atribuidos al consumo de drogas ilegales
Estos datos se han dado a conocer en la presentación este martes en Lisboa (Portugal) del 'Informe Europeo sobre Drogas 2022: Tendencias y novedades', del Observatorio Europeo de las Drogas y las Toxicomanías (EMCDDA, por sus siglas en inglés), donde se ha dejado patente el "rápido repunte de la oferta y el consumo de drogas tras la disrupción provocada por la COVID-19".
En esta revisión anual se describe cómo los problemas de drogas en Europa siguen evolucionando y cómo la innovación impulsa el mercado de las drogas. La disponibilidad de drogas sigue siendo elevada en toda la UE (en algunos casos, como el de la cocaína, supera los niveles anteriores a la pandemia) y siguen apareciendo sustancias potentes y peligrosas. El informe también revela cómo los productos derivados del cannabis son cada vez más diversos y cómo está aumentando la producción de drogas sintéticas en Europa.
Además, este informe estima que en 2020 se produjeron en la UE 5.800 muertes por sobredosis relacionadas con drogas ilegales. La mayoría de estos fallecimientos estaban relacionados con la toxicidad de las drogas, que normalmente implica combinaciones de opioides ilegales, otras drogas ilegales, medicamentos y alcohol.
Junto con la elevada disponibilidad de cocaína en Europa, los informes indican que el consumo de crack puede estar aumentando y se observa en la actualidad entre los consumidores de drogas vulnerables de más ciudades y países. El crack suele fumarse, pero también puede inyectarse y está relacionado con una serie de daños sociales y de salud como, por ejemplo, enfermedades infecciosas y violencia. Las tendencias a largo plazo apuntan a una cifra estimada de 7.000 pacientes que iniciaron tratamiento por problemas de crack en Europa en 2020, el triple que en 2016.
En cuanto al consumo de drogas por vía inyectada se asocia a graves problemas de salud, como enfermedades infecciosas, sobredosis y muertes. Aunque el consumo de heroína por esta vía está disminuyendo, cada vez es mayor la preocupación por el consumo inyectado de una gama amplia de sustancias, como anfetaminas, cocaína, catinonas sintéticas, opioides con prescripción y otros medicamentos.
El organismo señala que hay signos de retorno a los niveles anteriores a la pandemia. El análisis de las aguas residuales, por ejemplo, revela un aumento del consumo de cocaína, crack, anfetamina y metanfetamina en algunas ciudades entre 2020 y 2021. A medida que se han relajado las restricciones por la COVID-19 en toda Europa, el tratamiento de las drogodependencias y otros servicios parecen haber vuelto a la normalidad, al tiempo que se mantienen algunas de las prácticas innovadoras adoptadas durante el confinamiento (servicios de salud electrónica, telemedicina).
"La continua escalada de la producción de drogas sintéticas en la UE nos muestra el impulso incesante de los grupos de delincuencia organizada para sacar provecho del tráfico ilegal de drogas, poniendo en peligro la salud pública y la seguridad"
"El mensaje final de este informe puede resumirse en: Everywhere, Everything, Everyone (cualquier lugar, cualquier cosa, cualquier persona). Las drogas habituales nunca han sido tan accesibles y siguen apareciendo sustancias nuevas y potentes. En la actualidad, casi todo lo que tenga propiedades psicoactivas puede ser usado como una droga, ya que las líneas se difuminan entre las sustancias lícitas e ilícitas. Y todo el mundo puede verse afectado, ya sea directa o indirectamente, ya que los problemas de drogas exacerban la mayoría de los demás retos sanitarios y sociales importantes a los que nos enfrentamos hoy en día", ha señalado Alexis Goosdeel, director del EMCDDA.
Por su parte, la Comisaria Europea de Interior, Ylva Johansson, ha destacado que "la continua escalada de la producción de drogas sintéticas en la UE nos muestra el impulso incesante de los grupos de delincuencia organizada para sacar provecho del tráfico ilegal de drogas, poniendo en peligro la salud pública y la seguridad".
"Es especialmente preocupante que las relaciones entre las redes delictivas europeas e internacionales hayan dado lugar a una disponibilidad récord de cocaína y a la fabricación de metanfetamina a escala industrial en Europa. Esto conlleva un potencial aumento del consumo y de los daños. La UE y sus Estados miembros seguirán luchando contra estas amenazas en evolución, mediante un esfuerzo de colaboración, basado en las prioridades de la UE en materia de delincuencia y en las estrategias de la UE en materia de drogas y seguridad", ha añadido.