Más del 14% de la población mundial probablemente padece o ha padecido la enfermedad de Lyme transmitida por garrapatas, como se desprende de la presencia de anticuerpos en la sangre, según revela un análisis conjunto de los datos disponibles, publicado en la revista de acceso abierto 'BMJ Global Health'.
Europa central y occidental y Asia oriental son las regiones del mundo donde la prevalencia de la infección es más alta, mientras que los hombres mayores de 50 años que viven en zonas rurales son los que corren más riesgo, según el análisis.
La infección por 'Borrelia burgdorferi sensu lato' (Bb), más conocida como enfermedad de Lyme, es el tipo más común de infección transmitida por garrapatas, siendo éstas las segundas en transportar microbios dañinos, después de los mosquitos.
El enrojecimiento y la hinchazón en el lugar de la picadura de la garrapata son típicos, pero el agente infeccioso puede extenderse a otros tejidos y órganos, pudiendo afectar al sistema nervioso, las articulaciones, el corazón y la piel.
La enfermedad de Lyme ha seguido extendiéndose por todo el mundo, pero no hay acuerdo sobre su frecuencia global ni sobre los factores de riesgo específicos
En un intento de llenar este vacío de conocimiento, los autores del estudio buscaron en las principales bases de datos de investigación y revisaron 137 estudios elegibles de un grupo inicial de 4.196, publicados hasta finales de 2021. A continuación, agruparon los datos de 89 estudios, en los que participaron 158.287 personas.
El análisis de los datos agrupados reveló que la seroprevalencia global estimada notificada -presencia de anticuerpos contra la infección por Bb en la sangre- era del 14,5%.
Las tres regiones con mayor seroprevalencia fueron Europa Central (21%), Asia Oriental (16%) y Europa Occidental (13,5%). En el otro extremo de la escala, las regiones con la menor seroprevalencia notificada fueron el Caribe (2%), el sur de Asia (3%) y Oceanía (casi el 5,5%).
Sin embargo, la seroprevalencia de Bb notificada en los estudios que utilizaron una técnica analítica ampliamente utilizada para confirmar la presencia de proteínas específicas, conocida como Western blot, fue inferior a la de los estudios que utilizaron otros métodos de confirmación.
A la luz de este hallazgo, los autores sugieren que el uso rutinario de Western blot podría mejorar significativamente la precisión de la detección de anticuerpos contra Bb.
Un análisis conjunto más pequeño de los resultados de 58 estudios en los que se había utilizado la técnica de Western blot mostró que la edad avanzada (más de 50 años), el sexo masculino, la residencia en una zona rural y el hecho de haber sido picado por una garrapata estaban asociados a un mayor riesgo de anticuerpos contra Bb.
"Nuestros resultados indican que la prevalencia de Bb en 2010-2021 fue mayor que en 2001-2010"
Entre las posibles explicaciones se encuentran los cambios ecológicos y factores como veranos más largos e inviernos más cálidos, la disminución de las precipitaciones, la migración de animales, la fragmentación de las tierras de cultivo y el mayor tiempo que se pasa al aire libre con los animales domésticos, señalan.
Los autores del estudio reconocen algunas salvedades en sus conclusiones, entre las que destaca la escasez de estudios a largo plazo. Pero concluyen que "la seropositividad global estimada comunicada es relativamente alta. La enfermedad de Lyme es una enfermedad infecciosa ampliamente distribuida, pero no ha recibido mucha atención en todo el mundo", lamentan.
Así, sugieren que una imagen más precisa de su distribución mundial y de quiénes corren más riesgo de infectarse "podría informar sobre el desarrollo de políticas de respuesta de salud pública y programas de control de la enfermedad de Lyme".