El profesor de Investigación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y jefe del grupo de Poxvirus y Vacunas del Centro Nacional de Biotecnología, Mariano Esteban, ha manifestado que "las personas mayores están respondiendo perfectamente a las vacunas", aunque el grado de potencia de la respuesta "no sea el mismo que el de una persona joven".
Así se ha pronunciado el virólogo, que también es uno de los dirigentes del proyecto de vacuna del CSIC frente a la Covid-19, durante el coloquio 'Covid-19: vacunación y personas mayores', organizado por la Fundación Edad y Vida. "Aunque el grado de potencia de la respuesta inmunológica en una persona mayor no iguala a la del organismo de una persona de 20 años, esto no quiere decir que el sistema inmunológico del primero no sea lo suficientemente eficaz para el control del patógeno, más allá de algunas diferencias lógicas", ha apostillado.
Por su parte, el exjefe del Servicio de Microbiología Clínica y Enfermedades Infecciosas del Hospital General Universitario Gregorio Marañón, Emilio Bouza, ha querido recordar que la vacuna tiene una eficacia superior al 80 o 90%, "que es muchísimo", y "mayor que en otras vacunas". En este sentido, en referencia a las palabras de Esteban, ha aseverado que "unos grupos pueden responder mejor que otros, pero las personas mayores, dentro de ciertas limitaciones lógicas, responden bien a esta y a otras vacunas".
Asimismo, ha señalado que, aunque haya dudas sobre los efectos a largo plazo de las inyecciones que se están inoculando actualmente frente al SARS-CoV-2, estas son "perfectamente equiparables a las que surgen sobre cualquier otra vacuna", ha indicado. "Los acortamientos espectaculares de los períodos de producción a los que hemos asistido se han debido a una buena interacción entre industria, administración y ciencia", ha abundado.
"Aunque el grado de potencia de la respuesta inmunológica en una persona mayor no iguala a la del organismo de una persona de 20 años, esto no quiere decir que el sistema inmunológico del primero no sea lo suficientemente eficaz para el control del patógeno, más allá de algunas diferencias lógicas"
Sin embargo, pese a su visión positiva con una perspectiva clínica, ha asegurado que ahora "haría falta que los gobiernos tuvieran una acción algo más proactiva" en cuanto a la investigación. "Ya hay muchos datos que podrían promoverse desde instituciones para obtener informaciones que ya existen, pero, debido al cansancio de todos los agentes implicados, no se están promoviendo algunos estudios", indica Bouza.
FALTA DE ESTUDIOS SOBRE LOS MAYORES QUE PASARON LA COVID EN LA PRIMERA OLA
En este sentido, el experto ha especificado que, a día de hoy existen "enormes cantidades de población anciana" que sufrieron la Covid-19 en abril, mayo, marzo y sobrevivieron y que aún no se ha estudiado. "Echo de menos buenos estudios que indiquen qué pasó con esas personas o cuántas infecciones secundarias han tenido un año después", ha detallado.
"Si a principios de la epidemia en las residencias de ancianos de Madrid fallecieron en torno al 20% de los residentes, también hay que pensar en el 75% que sufrió el contacto, fue positivo y tuvo Covid en ese momento", ha explicado, añadiendo que sería útil conocer cuánto de esa población ha tenido segundos episodios y cuál ha sido la gravedad de los mismos.
"Ha habido muchos mayores que han pasado la enfermedad, que han sobrevivido y que, ocho meses después, siguen expuestos al virus por su entorno y no tienen segundos episodios", ha expresado, y ha continuado diciendo que "se espera de las vacunas se parezcan a la experiencia de la enfermedad natural".
En cuanto a la Covid-19 persistente, ambos expertos han expuesto que, más allá de las manifestaciones psicológicas, existen secuelas fisiológicas objetivas que pueden perdurar más de tres semanas e incluso tres meses. "Esto va a necesitar aceptar definiciones estándar para poder comparar los casos", ha apuntado Bouza, y ha hecho un llamamiento para la creación de unidades específicas para ello.
A su juicio, será necesario que los servicios públicos preparen equipos multidisciplinares que se encarguen de "la gran cantidad de gente que va a tener síntomas incluso después de que todo esto acabe". "Todo hospital o grupo sanitario debería pensar en constituir un grupo coordinado que se encargue de la población que, habiendo superado la Covid-19, puede tener consecuencias que perduren en el tiempo", ha reiterado.