Margarita del Val considera “prematuro” implementar el pasaporte de inmunización

La viróloga del CSIC ha explicado que todavía se desconoce si las personas inmunizadas frente a la Covid-19 pueden contagiar el virus.

Margarita del Val, virologa del Csic. (Foto: Csic)
Margarita del Val, virologa del Csic. (Foto: Csic)
25 febrero 2021 | 14:50 h

La directora del Laboratorio de Inmunología Viral del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa del CSIC, Margarita del Val, ha avisado de que implementar pasaportes de inmunización para personas vacunadas de la Covid-19 es "prematuro" porque aún no se sabe si la inyección garantiza que la persona no contagie la infección.

Así se ha pronunciado la viróloga durante el debate 'El reto de la vacunación global', organizado por la Fundación Alternativas. "El pasaporte de inmunización ya estaba inventado, es lo que se conoce como el certificado internacional de vacunación", ha aclarado la experta, añadiendo que se trata de un documento que se emite con aquellas vacunas obligatorias, que precisamente lo son porque resultan "tan eficaces que garantizan que la persona vacunada ya no contagia, como es el caso de la vacuna de la fiebre amarilla", ha detallado.

"Sabemos que para la persona vacunada frente a la Covid-19 hay un beneficio nítido, clarísimo y rotundo en la prevención de los síntomas graves, pero no sabemos si la inyección es eficaz en hacer segura a esa persona de cara a los demás", ha aseverado, por lo que, tal y como ha reiterado, hasta no tener esta información no es recomendable aplicar esta medida, "sobre todo para hacer viajes, entrar en espectáculos e ir a hostelería", ha asegurado.

"Sabemos que para la persona vacunada frente a la Covid-19 hay un beneficio nítido, clarísimo y rotundo en la prevención de los síntomas graves, pero no sabemos si la inyección es eficaz en hacer segura a esa persona de cara a los demás"

Es por ello que ha insistido en la idea de que las vacunas no son esterilizantes, es decir, aunque protejan de los síntomas graves, si la persona se expone al virus, puede multiplicarlo en su interior e incluso desarrollar algún síntoma y contagiarlo. "Saber si una persona vacunada contagia o no determinará hasta qué punto estamos protegidos como sociedad, y permitirá ir levantando medidas o hacerlas más estrictas". En este sentido, ha recordado que los vacunados "se van a convertir en personas asintomáticas, pero potencialmente contagiosas", por lo que, de momento, es necesario mantener las mismas medidas de precaución.

Así las cosas, la experta también ha recordado que, pese a haber conseguido superar el reto de producir varias vacunas seguras y eficaces, también hay que conseguir "el reto de la campaña de vacunación". Para ejemplificarlo a nivel local, del Val ha recordado que en España se vacunan a alrededor de 400.000 bebés cada año, "por lo que inmunizar a toda la población española son 100 veces más con los mismos recursos, lo que supone un reto descomunal".

EL RETO DE LA VACUNACIÓN GLOBAL

Además, la viróloga ha incidido en que hay que vacunar a todo el mundo, "porque las enfermedades infecciosas no conocen fronteras". Por ello, ha recordado, las vacunas han sido siempre "uno de los campos de mayor cooperación internacional".

"Saber si una persona vacunada contagia o no determinará hasta qué punto estamos protegidos como sociedad, y permitirá ir levantando medidas o hacerlas más estrictas"

"Nosotros pagamos esas vacunas elementales y clásicas a un precio más alto para poderlas llevar gratis a todos los países que no se pueden permitir vacunación, y esto es un punto de solidaridad", ha explicado. "Si no ofrecemos gratis las vacunas a todos estos países, si no les enseñamos a vacunar, si no les ayudamos a ser autosuficientes gradualmente, nunca estaremos libres de esas infecciones, y este es el camino que nos debe guiar para controlar la pandemia de coronavirus actual", ha remachado.

En este sentido, del Val ha aclarado que la última propuesta de Europa al respecto es compartir una parte de las vacunas que ya han llegado con países que lo necesiten, sin que esto afecte demasiado en la tasa de vacunación actual. En concreto, el propósito es vacunar a sectores críticos de estos otros países "que lo necesitan mucho", sobre todo a sus sanitarios.

Precisamente, al tratarse de territorios con una población más joven que la europea, sus habitantes más vulnerables no son los mayores, sino todo el personal sanitario y, en este sentido, vacunarlos permitirá que estos países sean "más estables y que no entren en una recesión tremenda", ha explicado la viróloga, algo "muy importante", prosigue, "no solo por solidaridad, sino por interés propio y por realismo".

Por último, ha afirmado que hace diez años se vacunaba "drásticamente menos" que ahora porque había menos fábricas destinadas a la producción de estas inyecciones. "Este impulso ha venido de la mano de GAVI (Alianza de Vacunas) y de donantes, por lo que se han incrementado la cantidad de centros de producción, siendo posible que lleguen más vacunas en el futuro. "Con más fábricas, habrá menos limitación de dosis a nivel mundial, y esto será importante para el control global de la pandemia actual", ha concluido del Val.

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