La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha publicado nuevas orientaciones para la investigación de mosquitos para luchar contra la malaria y otras enfermedades transmitidas por vectores, que establecen normas esenciales para orientar la investigación y el desarrollo futuros de mosquitos modificados genéticamente, en particular para abordar cuestiones relacionadas con la ética, la seguridad, la asequibilidad y la eficacia.
La malaria y otras enfermedades transmitidas por vectores, como el dengue y el Zika, afectan a millones de personas en todo el mundo. Más de 400.000 personas mueren al año sólo por la malaria. Si se demuestra que son seguros, eficaces y asequibles, los mosquitos vectores modificados genéticamente podrían ser una nueva y valiosa herramienta para luchar contra estas enfermedades y eliminar su enorme carga sanitaria, social y económica.
Más de 400.000 personas mueren al año sólo por la malaria
Las estrategias actuales para limitar la transmisión de enfermedades transmitidas por mosquitos sólo son parcialmente eficaces. Se necesitan enfoques nuevos y complementarios para colmar las lagunas de las actuales intervenciones de control de vectores, como el control eficaz de las picaduras en el exterior, y para ofrecer alternativas para gestionar la creciente amenaza de la resistencia a los insecticidas. La investigación sugiere que los mosquitos modificados genéticamente podrían ser una herramienta poderosa y rentable para complementar las intervenciones existentes.
"En las últimas dos décadas, hemos logrado resultados notables con las herramientas existentes para el control de la malaria, evitando más de 7 millones de muertes y 1.500 millones de casos de la enfermedad. Sin embargo, los avances hacia los objetivos clave de nuestra estrategia mundial contra el paludismo siguen sin estar en marcha. Los mosquitos modificados genéticamente son una de las nuevas y prometedoras herramientas que podrían ayudar a acelerar el ritmo de los avances contra la malaria y otras enfermedades transmitidas por vectores", ha comentado el director del Programa Mundial de Malaria de la OMS, el español Pedro Alonso.
"La incidencia del dengue sigue aumentando y afectando a la población de más de 129 países, por lo que necesitamos herramientas de control vectorial más sostenibles para frenar la oleada de dengue y otras enfermedades arbovirales, y unas cuantas herramientas novedosas ofrecen el potencial de controlar estas enfermedades", ha añadido el director del Departamento de Control de Enfermedades Tropicales Desatendidas de la OMS, Mwele Malecela.