Investigadores españoles han realizado un estudio que profundiza en los mecanismos fisiopatológicos que intervienen en el desarrollo de trombosis en los pacientes con COVID-19, y han observado que es la lesión del endotelio vascular es la causa de que el virus se propague desde los pulmones a todo el organismo, provocando las complicaciones trombóticas en la COVID-19.
La enfermedad por coronavirus (COVID-19) se consideró inicialmente una infección respiratoria que podría causar neumonía. Sin embargo, pronto se observó que en los casos graves se extendía más allá del sistema respiratorio convirtiéndose en una enfermedad multiorgánica. Mientras que el endotelio es un órgano dinámico, responsable de regular el flujo sanguíneo y la coagulación, de iniciar y amplificar la respuesta inflamatoria y de mantener el tono, la estructura y la homeostasis vascular.
El estudio, que realiza un análisis de la literatura reciente, ha sido realizado por investigadores del grupo del Hospital Clínic-IDIBAPS dirigido por Joan Albert Barberà, jefe de grupo del CIBER de Enfermedades Respiratorias (CIBERES), y coordinada en su revisión por Olga Tura-Ceide, investigadora del CIBERES y del Instituto de Investigación Biomédica de Girona (IDIBGI)-Hospital Josep Trueta.
Los pacientes con enfermedad por SARS-CoV-2 más graves desarrollan dos complicaciones principales. Por un lado, se produce la llamada tormenta de citoquinas, una reacción inflamatoria incontrolada del sistema inmunológico en la que las moléculas defensivas se vuelven agresivas para el propio organismo. Por otro lado, se produce la formación de un gran número de trombos que pueden provocar infarto de miocardio, ictus y embolia pulmonar.
Los pacientes con enfermedad por SARS-CoV-2 más graves desarrollan dos complicaciones principales
"El endotelio pulmonar participa activamente en estos dos procesos, convirtiéndose en la última barrera antes de que el virus se propague desde los pulmones a todo el organismo", resume Tura-Ceide. La inflamación persistente altera las actividades anticoagulantes biológicas, alterando el equilibrio hemostático para favorecer un aumento de la reactividad plaquetaria, disfunción de las células endoteliales y la formación de trombos.
Cristina Rodríguez, primera firmante del trabajo e investigadora del IDIBAPS, asegura que "las complicaciones trombóticas son frecuentes en los pacientes con COVID-19 grave. La pérdida de incluso una pequeña cantidad de células endoteliales debido a la infección por SARS-CoV-2 podría conducir a la ruptura de la barrera endotelial, produciéndose lo que se conoce como 'fuga vascular', exponiéndose así a células inflamatorias. Esto conduce a una activación anormal del sistema de coagulación que provoca 'vasculitis' (inflamación) de vasos pequeños y microtrombosis".
"La disfunción endotelial y una desregulación posterior de la coagulación y la respuesta inflamatoria -comenta Víctor Peinado, investigador del CIBERES/IDIBAPS y coautor de esta revisión- representan un paso inicial y esencial en las manifestaciones clínicas vasculares de los pacientes con COVID-19. Probablemente, la activación del complemento, la inducción de interferón (IFN) y la generación de un circuito de retroalimentación proinflamatoria inducida por la infección por SARS-CoV-2 son importantes en la generación de daño de las células endoteliales", señala.
"Como siempre en la naturaleza, la clave es un equilibrio estrecho y, al igual que en otras enfermedades mortales asociadas a virus respiratorios, la infección por SARS-CoV-2 resulta muy a menudo en una respuesta hiperinflamatoria con desregulación inmune e infiltración excesiva de células inflamatorias en el tejido pulmonar. Esto promueve una lesión pulmonar grave y aumenta el riesgo de hiperpermeabilidad vascular, insuficiencia multiorgánica y finalmente la muerte", concluye.
En esta revisión, publicada recientemente en la revista 'American Journal of Respiratory Cell and Molecular Biology', también se examina la existencia de biomarcadores potenciales del estado de la función endotelial y el desarrollo de nuevas terapias para restaurar la homeostasis vascular y proteger y/o tratar la coagulación y la trombosis en los pacientes con COVID-19.