En el marco del acto institucional del Día Internacional del Síndrome de Asperger, organizado por la Confederación Autismo España, el director general de Discapacidad del Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030, Jesús Martín Blanco, ha reconocido que "hay una deuda importante con el autismo en España, una deuda de política pública".
"Se aprobó una estrategia de la que ni tan siquiera hemos sido capaces de poner en marcha su plan de acción", ha lamentado, refiriéndose a la Estrategia Española en Trastornos del Espectro del Autismo, aprobada por el Consejo de Ministros el 6 de noviembre de 2015.
"Este gobierno no pude dejar huérfanas a esas personas por falta de reconocimiento normativo y legislativo", ha señalado, para anunciar que, desde el ministerio, se va a buscar "un encaje" a través de la Estrategia Española de Discapacidad y a través del Plan Nacional de Prevención de las Deficiencias e Identificación de las Discapacidades, "para dar respuesta a esta orfandad, que tiene repercusión directa en la inclusión y la discriminación de personas con Asperger".
Se establecerá un nuevo procedimiento para el reconocimiento, declaración y calificación del grado de discapacidad, el denominado 'baremo de valoración de la discapacidad', precisamente tratará de fomentar la igualdad entre CCAA
En primer lugar, ha apelado a la igualdad de estas personas entre territorios. "No es posible que a uno le den menos calificación por discapacidad en una comunidad que en otra teniendo el mismo problema", ha comentado, para recordar que el real decreto por el que se establecerá un nuevo procedimiento para el reconocimiento, declaración y calificación del grado de discapacidad, el denominado 'baremo de valoración de la discapacidad', precisamente tratará de fomentar la igualdad entre CCAA en estos aspectos.
Además, Martín Blanco ha adelantado que este año verá la luz el Centro de Innovación, Investigación, Divulgación y Formación sobre Trastornos del Espectro Autista (TEA), "un centro piloto, vanguardista y público gestionado por entidades del tercer sector de acción social". Este se ubicará en Madrid y se financiará con los Fondos Next Generation EU.
"Será el centro encargado de catalizar todas estas cuestiones y toda esa deuda que tenemos en materia de políticas públicas, de instrumentos para las personas en situación con TEA, entre las que están también las personas con Asperger", ha señalado.
INTEGRACIÓN LABORAL DE LAS PERSONAS CON TEA
Por otro lado, en cuanto a la integración laboral de las personas con TEA, ha avanzado que en 2022 también se aprobará el Libro Blanco Empleo y Discapacidad, "un instrumento-palanca para hacer ese análisis con personas expertas, que vendrá de la mano de Fundación ONCE, el Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (CERMI), y los ministerios de Trabajo y Derechos Sociales", ha precisado.
El objetivo será sentar las bases y establecer "un diagnóstico certero de un mapa de inclusión laboral de las personas con discapacidad, de manera que se convierta en una herramienta que ayude a los gobiernos a dibujar una nueva ley de inclusión laboral, mejorando las tasas de empleabilidad y alejando la precariedad en empleo en situaciones de discapacidad", ha descrito Martín Blanco.
Para Jesús García Lorente, director general de la Confederación Autismo España, el baremo de valoración del grado de discapacidad es "un punto clave en todo esto". "El nuevo baremo va a mejorar lo que tenemos, pero no saldrá 100% actualizado porque las actualizaciones clínicas van más rápido", ha advertido.
Por ello, ha llamado a desarrollar "herramientas paralelas", como la implementación de la guía de aplicación de ese baremo y la formación intensa de los evaluadores. "El TEA es una discapacidad invisible en muchos casos, por lo que los valoradores deben tener en cuenta las dificultades y el ciclo vital de la persona", ha instado García. "Sin detección y diagnóstico no solo no tenemos prestación, sino que hay una continua incertidumbre en la persona y su familia", ha zanjado.
El presidente de CERMI, Luis Cayo Pérez, ha puesto de relieve el retraso en la detección que se produce en personas con Asperger.
Con todo, ha puesto en valor que, en los últimos años, "ha mejorado mucho el diagnóstico de estas patologías". De hecho, según las últimas cifras del Ministerio de Educación, actualmente hay 50.000 alumnos con TEA en el sistema educativo. "Es decir, uno de cada cuatro alumnos con necesidades de apoyo educativo por condición de discapacidad tiene TEA", ha apuntado, si bien advierte de que, realmente, se estima que realmente sean unos 85.000 alumnos, ya que todavía hay mucho infradiagnóstico.
Precisamente, el presidente de CERMI, Luis Cayo Pérez, ha puesto de relieve el retraso en la detección que se produce en personas con Asperger. "Si se detecta cuando ya son mayores, se pierde un tiempo precioso de Atención Temprana, por ejemplo", ha alertado.
Además, ha instado a encontrar otras formas de reconocimiento de la discapacidad, ya que "algunas comunidades están tardando más de dos años en reconocer la discapacidad". "Estamos perdiendo años en la intervención de esa persona. Tenemos que buscar otras formas de reconocimiento más allá del puro certificado", ha sugerido.
GRANDES CARENCIAS EN ESPAÑA
Por su parte, el presidente de la Asociación Española de Profesionales de Autismo, Marcos Zamora, ha criticado las "grandes carencias" que existen en España con respecto al TEA, pese a ser "uno de los trastornos más prevalentes del neurodesarrollo". "No contamos con estudios epidemiológicos que nos identifiquen la realidad del TEA en España, aunque sí contamos con estudios de otros países que sitúan la prevalencia del TEA en 1 de cada 100 nacimientos", detalla.
En concreto, sobre el síndrome de Asperger, ha destacado que se trata de una "condición dentro del autismo", en el que la persona cuenta con la inteligencia y el desarrollo del lenguaje esperados para su edad. No obstante, comparte con el resto de TEA las dificultades del desarrollo en el ámbito social; así como las dificultades de comunicación social y para comprender las normas sociales o las emociones.
Por último, el psicólogo Miguel Aulló, diagnosticado de síndrome de Asperger a los 18 años, ha apuntado a la necesidad de derribar barreras en el mundo profesional. "Es importante contratar a personas con síndrome de Asperger en distintas profesiones donde estamos muy invisibilizadas para poder llegar a otras personas que tengan dudas sobre si dedicarse a profesiones sociales, como la psicología", ha apuntado. "Realmente se puede, con esfuerzo, dedicación y el apoyo de las familias", ha finalizado.