Una nueva evaluación de las infecciones de viruela del mono en una zona remota de la República Democrática del Congo (RDC), con una cepa vinculada a una enfermedad más grave que la que circula a nivel internacional, muestra que las tasas de transmisión se acercan al punto en el que es probable que los brotes sean mayores y más frecuentes. Sus resultados se han presentado en la reunión anual de la Sociedad Americana de Medicina Tropical e Higiene.
El informe de los investigadores de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedadesde Estados Unidos (CDC), la Escuela de Salud Pública de Kinshasa y el Ministerio de Salud Pública de la RDC se basa en datos recopilados entre 2013 y 2017, y plantea nuevas preocupaciones sobre la carga olvidada de la viruela del mono en África. Esto incluye su potencial para causar más casos en las comunidades africanas, lo que a su vez puede aumentar los riesgos de nuevos brotes a nivel mundial.
"Con el mundo interconectado de hoy, los brotes no se quedan necesariamente en su origen, advierte Kelly Charniga, miembro de la eficacia de la prevención en los CDC. Esta investigación pone en alerta a la comunidad sanitaria mundial de que puede haber la oportunidad de que se produzcan brotes más grandes y debemos trabajar para prevenir futuros brotes en los lugares donde la gente tiene más riesgo de contraer y morir de viruela del mono".
"Con el mundo interconectado de hoy, los brotes no se quedan necesariamente en su origen, la investigación indica que puede darse la oportunidad de que se produzcan brotes más grandes", señala Kelly Charniga, miembro de un CDC
Charniga y sus colegas analizaron 1.463 casos que se produjeron entre 2013 y 2017 en Tshuapa, en la RDC. El equipo calculó el número de reproducción, que mide el número de nuevos casos causados por una sola infección. "Cuando es significativamente inferior a uno, los brotes se extinguen porque hay menos personas infectadas y, por tanto, la enfermedad se transmite a otros. Eso es lo que hemos visto normalmente en la RDC, pequeños brotes que no duran, explica Charniga, pero si se acerca o supera el uno, entonces la enfermedad puede seguir propagándose entre las personas de una región y los brotes pueden ser mayores y más frecuentes".
Los investigadores hallaron nuevas pruebas de "contagios" más regulares de infecciones de viruela del mono desde los roedores. Las infecciones procedentes de los roedores, continuaron a través de la propagación de persona a persona a los contactos domésticos. Charniga señala que cuanto más ocurre esto, más oportunidades hay de que la viruela del mono se mantenga únicamente por el contagio entre personas. Los casos de viruela del mono en los países africanos en los que tradicionalmente se ha detectado la enfermedad han aumentado durante los últimos años, incluida la reaparición de la viruela del mono en Nigeria después de 40 años sin que se registraran casos allí.
Otro motivo de preocupación son los dos tipos diferentes del virus de la viruela del mono. El que circula desde hace tiempo en la RDC, conocido como clado I, puede tener una tasa de mortalidad de hasta el 10%, mientras que la tasa de mortalidad del virus del clado II, que se encuentra en África occidental y es el origen de los recientes brotes fuera de África, suele ser inferior al 3%. Las infecciones con ambos clados de la viruela del mono se han vuelto más comunes en África desde que la vacunación contra la viruela se detuvo alrededor de 1982 tras la erradicación mundial de la viruela. Ahora existe una vacuna autorizada para su uso contra la viruela del mono, pero dado el escaso acceso a las vacunas, la lucha contra la viruela del mono en África, requiere más vigilancia para evitar la propagación.