Por primera vez, científicos australianos han confirmado una relación entre el papel del aceite de pescado habitual para acabar con la capacidad de las superbacterias de hacerse resistentes a los antibióticos.
El descubrimiento, liderado por la Universidad de Flinders y publicado en la revista internacional mBio, ha revelado que el poder antimicrobiano de los ácidos grasos del aceite de pescado podría resultar un suplemento dietético sencillo y seguro para que las personas lo tomen junto con los antibióticos para hacer más eficaz su lucha contra las infecciones.
"Nuestros estudios indican que uno de los principales mecanismos de resistencia a los antibióticos en las células puede verse afectado negativamente por la ingesta de lípidos dietéticos omega-3 - afirma el microbiólogo Bart Eijkelkamp, que dirige el Laboratorio de Investigación sobre la Adaptación del Huésped Bacteriano de la Universidad Flinders -. En los experimentos, y en la modelización complementaria por supercomputadora, descubrimos que estos ácidos grasos del aceite de pescado hacen que las bacterias sean más susceptibles a varios antibióticos comunes".
La investigación es vital en el campo de las enfermedades infecciosas causadas por bacterias como la Acinetobacter baumannii
"Esta grieta en la armadura de las bacterias dañinas es un paso importante para combatir el aumento de las superbacterias que están desarrollando una resistencia múltiple a los antibióticos", afirma la coautora, la profesora asociada Megan O'Mara, de la Universidad Nacional de Australia.
La investigación es vital en el campo de las enfermedades infecciosas causadas por bacterias como la Acinetobacter baumannii, uno de los principales patógenos adquiridos en los hospitales con niveles de resistencia a los antibióticos sin precedentes en todo el mundo.
"Con el aumento de las superbacterias, ahora hemos podido demostrar que la codiciosa bacteria no puede distinguir entre los ácidos grasos 'buenos y malos' del huésped y los consumirá todos durante una infección", afirma otra coautora, la doctora Felise Adams, de la Universidad Flinders.
"Estos estudios aportan nuevos conocimientos sobre los posibles beneficios de los suplementos de omega-3 para la infección bacteriana"
"Nuestra investigación demostró que los ácidos grasos del aceite de pescado pasan a formar parte de la membrana de la bacteria y, por tanto, hacen que la membrana de la bacteria invasora sea más permeable y susceptible a los antibióticos que se utilizan para atacarla - añade -. Sabemos que la Acinetobacter baumannii es uno de los patógenos resistentes a múltiples fármacos más conocidos del mundo, pero no se sabe muy bien cómo responde al estrés mediado por el huésped".
Según el profesor Anton Peleg, director del Departamento de Enfermedades Infecciosas del Hospital Alfred de Melbourne, "estos estudios aportan nuevos conocimientos sobre los posibles beneficios de los suplementos de omega-3 para la infección bacteriana, en particular durante el tratamiento con antibióticos".