La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha publicado un informe de recursos para la gestión de la calidad del aire que reclama una mayor acción intergubernamental y el desarrollo de capacidades en lo que respecta a la contaminación de las ciudades.
Publicado en el Día Internacional del Aire Limpio para los cielos azules, el documento de la OMS contiene más de 100 herramientas y documentos de orientación de las Naciones Unidas que pueden utilizarse para desarrollar y aplicar estrategias de gestión de la calidad del aire.
Un informe complementario, 'Air Quality in Cities', que se publicará en las próximas semanas, ilustrará la conexión entre la gestión de la calidad del aire y áreas específicas como la elaboración de políticas, la evaluación del impacto en la salud, la valoración del coste sanitario y los programas de formación, entre otros.
Este informe, resultado de los debates con la Comisión Económica para Europa de las Naciones Unidas, el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, la Organización Meteorológica Mundial y el Banco Mundial, ofrece herramientas generales de gestión de la calidad del aire.
Por ejemplo, ofrece una herramienta de cribado, que es una breve evaluación cualitativa para ayudar a los países a evaluar la base de su sistema de gestión de la calidad del aire, y una encuesta más exhaustiva para comprender mejor las carencias y las áreas del sistema de gestión de la calidad del aire que requieren más atención y recursos.
Según el Banco Mundial, el coste sanitario mundial de la mortalidad y la morbilidad atribuidas a la contaminación atmosférica fue de 8,1 billones de dólares en 2019
El documento también sugiere métodos de medición de la calidad del aire y ofrece a los países y ciudades modelos para identificar las fuentes de contaminación atmosférica y predecir los cambios en la calidad del aire.
También se ofrecen evaluaciones del impacto en la salud para que los responsables de la toma de decisiones evalúen los efectos de las políticas sobre la contaminación atmosférica en la población y den prioridad a las acciones políticas con beneficios para la salud, el medio ambiente y el desarrollo económico sostenible.
En el informe también se destacan las repercusiones económicas. Según el Banco Mundial, el coste sanitario mundial de la mortalidad y la morbilidad atribuidas a la contaminación atmosférica fue de 8,1 billones de dólares en 2019.
Al hilo, el informe también ofrece herramientas fundamentales para que los responsables de la toma de decisiones puedan cuantificar el coste de los daños a la salud derivados de la contaminación atmosférica con el fin de orientar la elaboración de políticas.
DIRECTRICES DE LA OMS SOBRE LA CALIDAD DEL AIRE
Una acción clave para los países es el desarrollo de normas para la calidad del aire, según la OMS. "Aunque más del 60% de los países tienen normas de calidad del aire, la mayoría de estas normas no están alineadas con los valores de las directrices de la OMS sobre la calidad del aire", afirman desde el organismo sanitario de las Naciones Unidas.
"A menudo, las normas no son tan estrictas para los distintos contaminantes en distintos momentos medios. Para conseguir un aire limpio en las ciudades, los recursos existentes deben alinearse para ayudar a los países a desarrollar y aplicar sistemas de gestión de la calidad del aire y mejorar la salud".