Investigadores del Hospital General de Massachusetts (Estados Unidos) han evidenciado que los pacientes con COVID-19 producen un patrón distintivo de proteínas. En su trabajo, identificaron más de 250 proteínas asociadas a la gravedad en los peores casos de COVID-19. Estos hallazgos podrían ayudar a los investigadores a identificar los mecanismos que causan la COVID-19 grave.
"Nos interesaba saber si podíamos identificar los mecanismos que podrían estar contribuyendo a la muerte en la COVID-19. En otras palabras, ¿por qué algunos pacientes mueren de esta enfermedad, mientras que otros -que parecen estar igual de enfermos- sobreviven?", explica la doctora Marcia Goldberg, autora principal del estudio, que se ha publicado en la revista científica 'Cell Reports Medicine'.
Para llevar a cabo este estudio, el equipo utilizó la proteómica, que es el análisis de la composición proteica completa (o proteoma) de una célula, tejido u organismo. En este caso, el análisis proteómico se utilizó para estudiar muestras de sangre tomadas de pacientes que llegaban al servicio de urgencias del hospital con síntomas respiratorios compatibles con la COVID-19.
El equipo utilizó la proteómica, que es el análisis de la composición proteica completa (o proteoma) de una célula, tejido u organismo
La recogida de estas muestras requirió un gran equipo de colaboradores de muchos departamentos, que trabajaron horas extras durante cinco semanas para reunir muestras de sangre de 306 pacientes que dieron positivo en la prueba del COVID-19, así como de 78 pacientes con síntomas similares que dieron negativo en la prueba del coronavirus.
El estudio descubrió que la mayoría de los pacientes con COVID-19 tienen una firma proteica consistente, independientemente de la gravedad de la enfermedad; como era de esperar, sus cuerpos montan una respuesta inmune produciendo proteínas que atacan al virus.
Pero también encontraron un pequeño subgrupo de pacientes con la enfermedad que no mostraban la respuesta proinflamatoria típica de otros pacientes con COVID-19. Y, sin embargom estos pacientes tenían la misma probabilidad que los demás de padecer una enfermedad grave. Los pacientes de este subconjunto solían ser personas mayores con enfermedades crónicas, que probablemente tenían un sistema inmunitario debilitado.
La proteína asociada a la gravedad más prevalente aumentaba de forma constante en los pacientes que morían
El siguiente paso consistió en comparar las firmas proteicas de los pacientes con enfermedad grave (definidos como aquellos que requerían intubación o que morían en los 28 días siguientes al ingreso en el hospital) con los pacientes con casos menos graves de COVID-19. La comparación permitió a los investigadores identificar más de 250 proteínas "asociadas a la gravedad".
Entre otras revelaciones, esto demostró que la proteína asociada a la gravedad más prevalente, una proteína proinflamatoria llamada interleucina-6, o IL-6, aumentaba de forma constante en los pacientes que morían, mientras que aumentaba y luego disminuía en aquellos con enfermedad grave que sobrevivían. Los primeros intentos de otros grupos de tratar a los pacientes de la COVID-19 que experimentaban dificultad respiratoria aguda con fármacos que bloquean la IL-6 fueron decepcionantes, aunque estudios más recientes se muestran prometedores al combinar estos medicamentos con el esteroide dexametasona.
Sin embargo, muchas de las otras proteínas asociadas a la gravedad que se identificaron en el análisis son probablemente importantes para entender por qué sólo una parte de los pacientes de COVID-19 desarrollan casos graves. Es esencial saber cómo afecta la enfermedad a los pulmones, el corazón y otros órganos, y el análisis proteómico de la sangre es un método relativamente fácil para obtener esa información.