Uno de los fundadores de la Sociedad catalana del Dolor y de la Sociedad Española de Neuromodulación el doctor José Luis de Córdoba asegura que "el ibuprofeno es un aliado contra la COVID-19, ya que se trata de un fármaco que amortigua la respuesta desproporcionada que desencadena el virus SARS-CoV-2 en el sistema inmunológico".
En una entrevista con Europa Press subraya que, de acuerdo con los resultados del primer congreso realizado por la Sociedad Española Multidisciplinar del Dolor (SEMDOR), de entre los analgésicos estudiados, "el ibuprofeno es el fármaco que mejor amortigua la tormenta de citoquinas generada por la infección, mientras que el paracetamol, el peor".
El también especialista en clínica del dolor de la Clínica Sagrada Familia de Barcelona recalca que cuando el ibuprofeno se nebuliza en las vías respiratorias impide la unión del SAR-Cov-2 al receptor ACE2 pulmonar, impidiendo la propagación del virus de célula a célula. "Todo ello da una idea del enorme potencial que tiene el ibuprofeno en la COVID-19", subraya.
El ibuprofeno se nebuliza en las vías respiratorias impide la unión del SAR-Cov-2 al receptor ACE2 pulmonar
Según recuerda, el ibuprofeno es un fármaco de venta libre a nivel mundial desde los años 80. "Es empleado en prematuros de pocas semanas para corregir malformaciones cardiacas, por ejemplo, sin ocasionar ningún problema a dosis altas", mantiene.
Así, este experto rechaza "la injusta condena durante la pandemia a algunos fármacos como el ibuprofeno", ya que en los primeros meses de la misma el Gobierno francés lanzó el mensaje de que podía ser contraproducente a la hora de luchar contra la COVID-19, favoreciendo el uso del paracetamol, cuando posteriormente se ha verificado todo lo contrario.
Según defiende este experto en Medicina de Dolor, "el ibuprofeno no solo no agrava los casos de la COVID-19, sino que, por las razones antes comentadas "es un fármaco que desde el punto de vista molecular y estructural es positivo en esta viriasis".
Córdoba lamenta que muchos de los enfermos de COVID-19 que no han precisado ingreso hospitalario, han evitado tomar ibuprofeno
Es más, el doctor José Luis de Córdoba lamenta que muchos de los enfermos de COVID-19 que no han precisado ingreso hospitalario, han evitado tomar ibuprofeno en sus domicilios por la errónea idea de que podía ser perjudicial para combatir la infección, "cuando no solo sintomáticamente hubieran estado mejor, sino que posiblemente les hubiera ayudado" la toma del ibuprofeno.
Señalando que hay bastantes líneas de trabajo que así lo avalan, este doctor afirma que "el paracetamol sí podría ser perjudicial en el caso de la infección de coronavirus SARS-CoV-2 porque reduce los depósitos de glutatión celular, un antioxidante natural que nos protege contra las infecciones víricas".
Según precisa, "en el caso del ibuprofeno sucede justo lo contrario, y produce una marcada disminución de las especies reactivas de oxígeno (ROS) en las vías respiratorias". "Todas las sociedades científicas se han ido retractando sobre el uso del ibuprofeno y lo están recomendado en los casos no graves de COVID", mantiene el doctor De Córdoba.
EL FÁRMACO DE ELECCIÓN PARA EL TRATAMIENTO DE DOLOR
De hecho, destaca que el ibuprofeno es uno de los "fármacos de elección" para el tratamiento del dolor a nivel general, ya que entre otros puntos posee lo que se conoce como la 'triple A', es decir, que es analgésico, porque inhibe las prostaglandinas, los 'mensajeros' que transmiten el dolor desde donde se produce hasta los centros receptores en la médula espinal. Durante todo ese trasiego este fármaco es capaz de disminuir el impacto o amplificación del dolor, por eso es analgésico, porque reduce el dolor.
Córdoba: "El ibuprofeno se considera como el fármaco de elección dentro de los analgésicos"
Es antiinflamatorio porque inhibe la enzima que desencadena la inflamación en los tejidos periféricos (ciclooxigenasa) reduciendo la hinchazón y el edema. Hasta hace poco se consideraba que la inflamación afectaba únicamente al sistema osteomuscular y a los órganos internos. Sin embargo, cada vez se da mayor importancia a la 'neuroinflamación', un proceso inflamatorio crónico, orquestado por las células gliales del sistema nervioso, que interviene en múltiples enfermedades neurodegenerativas y por supuesto en el dolor neuropático y antitérmico porque actúa sobre el centro de la fiebre y la reduce
"El ibuprofeno se considera como el fármaco de elección dentro de los analgésicos. Es un básico todoterreno y además uno de los fármacos más seguros. Mitiga los problemas de salud relativos al dolor sin excesivos problemas, salvo los gastrointestinales conocidos por todo el mundo debidos a un uso mantenido (úlcera duodenal)", insiste.
Está indicado en la mayor parte de los procesos que cursan con dolor agudo, así como en los postquirúrgicos o postraumáticos, en las dismenorreas, o en las cefaleas migrañosas, por ejemplo, según aprecia.
TRATAMIENTOS CONTRA LA COVID
Por otro lado, el experto en Medicina del Dolor recuerda cuáles son hasta la fecha los pocos tratamientos que contamos para tratar la COVID-19: "En la actualidad, los fármacos que están estandarizados y aceptados para tratar la COVID-19 son el 'remdesivir' y los pulsos de corticoides, no sin falta de controversia. El 'remdesivir', un antivírico aprobado por la FDA norteamericana contra el ébola, y al que la OMS retiró su apoyo por los estudios científicos contradictorios que sobre él han visto la luz, parece que podría ser efectivo en las fases iniciales de la infección, evitando la progresión de la enfermedad si se coge a tiempo", aclara.
Los fármacos que están estandarizados y aceptados para tratar la COVID-19 son el 'remdesivir' y los pulsos de corticoides
Ya en la segunda fase de la enfermedad, el doctor José Luis de Córdoba dice que se encontrarían los corticoides a dosis altas, efectivos al amortiguar la tormenta inmunológica que crea el coronavirus en las fases avanzadas de la infección. "No obstante, sobre los numerosos fármacos 'reposicionados' que se están ensayando no está claro que sean realmente efectivos, ni que modifiquen la mortalidad, o la morbilidad de la enfermedad. Es más un tratamiento sintomático hoy en día", aclara el también miembro de la Clínica Sagrada Familia de Barcelona.
También recuerda que la farmaceútica Grifols, apoyada por Bonaventura Clotet y Oriol Mitjà, va a iniciar un ensayo a partir de una terapia experimental basada en anticuerpos de personas que han superado la infección (inmunoglobulinas), y que probará en 800 pacientes asintomáticos recientemente diagnosticados de COVID-19. "Se espera que el tratamiento sea capaz de neutralizar al virus SARS-CoV-2 y proporcionar inmunidad inmediata a los pacientes. Se administra por vía subcutánea y podría ser una esperanza para cercenar esta pandemia", subraya.
EL IBUPROFENO POR VÍA INHALATORIA
A su vez, resalta que recientemente se ha introducido entre los tratamientos contra el SARS-CoV-2 el ibuprofeno por vía inhalatoria para tratar los casos graves en UCI, con "muy buenos resultados".
"El coronavirus utiliza la proteína S de su corona para insertarse en el receptor ACE2 de nuestras células. Una vez se ha fijado, se fusionan la membrana de la célula pulmonar y la envoltura del coronavirus y, como un caballo de Troya, se internaliza. En todo este proceso se usa una proteína, la 'actina', que interactúa entre ambos elementos. El poder del ibuprofeno, aparte de disminuir la tormenta inflamatoria de la COVID-19, residiría en bloquear esa conexión entre el coronavirus y el filamento de actina, impidiendo así la unión del SARS-CoV-2 a los receptores pulmonares", resalta el experto.
El experto insiste en la necesidad de "ponerse las pilas" en el proceso de vacunación
Según reconoce, el SARS-CoV-2 es un virus de enorme infectividad, que va mutando, aunque afortunadamente parece que no aumenta su letalidad, y que ha convertido esta tercera ola de pandemia en una "situación grave" y "muy delicada" a nivel mundial, dado que no estamos consiguiendo enlentecer el número de casos con las medidas puestas en marcha hasta la fecha.
"O nos ponemos las pilas y se empieza a vacunar a la población de forma masiva, o nos va a seguir yendo muy mal. Mientras, cada uno de nosotros debemos minimizar los riesgos", advierte De Córdoba.