El Servicio de Neonatología del Hospital General Universitario de Elche utiliza una técnica "pionera" en la Comunitat Valenciana para hacer resonancias a bebés de la que ya se han beneficiado cerca de 20 menores. La técnica, que ya funciona en el hospital desde hace un año, consiste en la utilización de un colchón especial, denominado colchón de vacío, donde se ubica al bebé, que permite que no sea necesaria su sedación para realizarle una resonancia magnética.
Según la enfermera del Servicio de Neonatología Aurelia Carbonell, "conocimos la existencia de la técnica en un curso formativo sobre cuidados centrados en el neurodesarrollo, celebrado en el Hospital 12 de Octubre de Madrid, al que asistimos varias enfermeras de Neonatología", ha informado la Generalitat en un comunicado.
"Cuando vimos los buenos resultados que presentaba la utilización de este colchón de vacío y la buena relación coste-beneficio, hablamos con los pediatras de la Unidad y con el Jefe de Servicio de Pediatría, el doctor José Pastor, y el Jefe de Sección de Neonatología, el doctor José Luis Quiles, y decidieron adquirir uno de estos colchones para el centro ilicitano", explica Carbonell.
La técnica, que ya funciona en el hospital desde hace un año, consiste en la utilización de un colchón especial
Según los especialistas, cuando hay que hacer una resonancia a bebés muy pequeños "es frecuente que se muevan", por lo que este tipo de pruebas se tienen que hacer bajo sedación, que "puede conllevar algunos riesgos". Además, al utilizar una ligera sedación "es común que el bebé se mueva en algún momento de la prueba", por lo que "hay que pararla hasta que vuelve a estar sedado y se puede continuar".
Gracias a este colchón, los bebés quedan envueltos de una manera "muy confortable" y al mismo tiempo el material del colchón limita sus movimientos, por lo que "desaparece la necesidad de sedar a los niños y niñas".
En colaboración con la Unidad de Resonancias del Hospital ilicitano, se citan las resonancias de los bebés a las horas de sus tomas de leche, ya que después suelen quedar dormidos. Se prepara al niño en el Servicio de Neonatología, utilizando el estado posprandial del lactante (técnica comer y dormir), se instala en el colchón, se monitoriza y se procede a trasladarlo al Servicio de Resonancias.
Se citan las resonancias de los bebés a las horas de sus tomas de leche, ya que después suelen quedar dormidos
Entre las ventajas de la técnica, además de evitar la sedación, destaca que se agiliza "mucho" la realización de la prueba, ya que al asegurar que los bebés no se mueven, no hay distorsiones en la imagen y se puede realizar de forma continuada, sin necesidad de parar cada poco tiempo para ver si el bebé se ha movido. Es, por tanto, "mucho más segura".
Otra de las ventajas es que al agilizar la prueba también se agiliza el diagnóstico y se favorece así el diagnóstico precoz, y si la resonancia sale bien, el bebé se puede ir a casa antes.
Las resonancias magnéticas en bebés están indicadas ante la sospecha principalmente de patologías como la asfixia perinatal, encefalopatías, hipoxia, isquemias, hemorragias intracraneales, dilatación de los ventrículos cerebrales, etc.