Los hombres con COVID-19 sintomático, a los que se les detecta un nivel bajo de testosterona tras su ingreso en el hospital, tienen más probabilidades de enfermar gravemente y morir a causa de la enfermedad, según ha demostrado una nueva investigación.
El estudio, llevado a cabo en Milán durante la primera oleada de coronavirus en 2020, descubrió que cuanto más bajos eran los niveles de testosterona, mayor era la probabilidad de que los pacientes varones necesitaran cuidados intensivos, fueran intubados con un respirador y permanecieran en el hospital durante más tiempo. Su probabilidad de morir se multiplicaba por seis. Los resultados se presentan en el congreso de la Asociación Europea de Urología, EAU21, que se celebra esta semana del 8 al 12 de julio.
El profesor Andrea Salonia y sus colegas del Hospital Universitario San Raffaele de Milán compararon a 286 pacientes masculinos de COVID-19, que acudieron al servicio de urgencias, con 305 voluntarios masculinos sanos, que acudieron al hospital a donar sangre entre febrero y mayo de 2020.
El equipo comprobó los niveles de hormonas masculinas, incluida la testosterona, tanto en los pacientes como en los voluntarios. La testosterona se mide en nanomoles por litro (nmol/l) y 9,2 o menos se considera el umbral de la testosterona baja, denominada hipogonadismo.
"Cuanto más baja es la testosterona, mayor es la gravedad de la enfermedad y la probabilidad de muerte"
Casi el 90% de los pacientes tenían testosterona por debajo de este nivel, en comparación con sólo el 17% de los voluntarios sanos. Además, los niveles de testosterona de los pacientes también estaban muy por debajo del umbral, con una media de 2,5 nmol/l.
Los pacientes que presentaban síntomas leves o estaban ingresados en el hospital tenían niveles de testosterona ligeramente superiores (entre 3 y 4 nmol/l) a los que estaban ingresados en la UCI o a los que murieron a causa de la enfermedad (sólo 0,7-1,0 nmol/l).
Incluso teniendo en cuenta la edad, las enfermedades preexistentes y el índice de masa corporal (IMC), las diferencias en los perfiles hormonales y los resultados clínicos seguían siendo notables.
"Al principio de la pandemia de COVID-19, veíamos que llegaban al hospital muchos más hombres que mujeres y que sufrían formas muy graves de la enfermedad. Inmediatamente pensamos que esto podría estar relacionado con los niveles hormonales masculinos, sobre todo de testosterona. Pero nunca esperamos ver una proporción tan alta de pacientes de COVID-19 con estos niveles extremadamente bajos de testosterona, en comparación con un grupo similar de hombres sanos. La relación es muy clara: cuanto más baja es la testosterona, mayor es la gravedad de la enfermedad y la probabilidad de muerte. Nunca he visto nada parecido en mis 25 años en este campo", afirma profesor Salonia.
El virus reduce el número de células de Leydig en el cuerpo, que producen testosterona
Dado que el equipo no dispone de datos sobre los niveles de testosterona de los pacientes antes de que contrajeran el COVID-19, no puede decir si la baja testosterona era una afección preexistente a largo plazo que exacerbó la enfermedad o si fue causada por el virus del SARS-COV2.
Sin embargo, otras investigaciones han demostrado que algunos receptores del virus, incluida la enzima TMPRSS2, están relacionados con las hormonas masculinas y que el virus reduce el número de células de Leydig en el cuerpo, que producen testosterona.
"Sencillamente, no tenemos datos para saber qué fue primero en estos pacientes, si los niveles bajos de testosterona o la COVID-19. La testosterona desempeña un papel en la protección de los hombres contra la enfermedad. Sin embargo, también es posible que el propio virus sea capaz de inducir una reducción aguda de los niveles de testosterona, lo que predispone a estos hombres a un peor resultado. Ahora estamos haciendo un seguimiento de estos pacientes durante un periodo de tiempo más largo, para ver cómo cambian sus niveles hormonales a lo largo del tiempo, y así poder intentar responder a estas preguntas", apunta Salonia.