En los últimos meses, las investigaciones de la Iniciativa de Genética del Huésped COVID-19 han demostrado que las variantes genéticas en una región del cromosoma 3 imponen un mayor riesgo de que sus portadores desarrollen una forma grave de la enfermedad. Ahora, un nuevo estudio publicado en la revista científica 'Nature' ha revelado que esta región genética es casi idéntica a la de un neandertal de 50.000 años de edad del sur de Europa. Análisis posteriores han demostrado que, a través del mestizaje, las variantes llegaron a los antepasados de los humanos modernos hace unos 60.000 años.
Hay varios factores que influyen en la susceptibilidad de una persona a tener una reacción grave, como su edad y la existencia de otras afecciones médicas. Pero la genética de una persona también desempeña un papel. "Es sorprendente que la herencia genética de los neandertales tenga consecuencias tan trágicas durante la actual pandemia", explica Svante Pääbo, de la Universidad de Graduados del Instituto de Ciencia y Tecnología de Okinawa (Japón).