Un estudio realizado por investigadores de la empresa biotecnológica estadounidense 23andMe revela un factor de riesgo genético que influye en la probabilidad de que un individuo experimente pérdida de olfato o gusto como síntomas de la infección por Covid-19, ya que se ha visto que no todos los individuos contagiados experimentan estos síntomas.
La investigación, que ha sido publicada en la revista Nature Genetics y de la que se hace eco la plataforma Sinc, muestra que el locus genético -lugar específico donde está localizado un gen u otra secuencia de ADN en un cromosoma- situado en las inmediaciones de los genes UGT2A1 y UGT2A2 se asocia con un aumento del 11% en la probabilidad de desarrollar cualquiera de estos síntomas tras la infección por SARS-CoV-2.
Adam Auton, vicepresidente de la compañía biotecnológica, y su equipo han llevado a cabo un estudio de asociación de todo el genoma en el que participaron 69.841 personas (63% mujeres; 37% hombres), todas ellas mayores de 18 años y que vivían en Estados Unidos o Reino Unido.
"No está claro cómo participan ambos genes en este proceso, pero dada su localización y función esencial, estos genes podrían desempeñar un papel en la fisiología de las células infectadas y el consiguiente deterioro funcional que contribuye a la pérdida de la capacidad olfativa"
Los investigadores descubrieron que los genes UGT2A1 y UGT2A2 codifican enzimas que se expresan en las células que recubren el interior de la nariz y participan en la eliminación de los odorantes -sustancias que desprenden olor- que se unen a los receptores implicados en su detección.
"No está claro cómo participan ambos genes en este proceso, pero dada su localización y función esencial, estos genes podrían desempeñar un papel en la fisiología de las células infectadas y el consiguiente deterioro funcional que contribuye a la pérdida de la capacidad olfativa", explican los expertos.
Los investigadores han señalado que el estudio tiene limitaciones ya que está sesgado hacia los individuos de ascendencia europea y se ha realizado mediante encuesta. No obstante, este hallazgo proporciona pistas sobre los mecanismos biológicos que subyacen a la pérdida del olfato o del gusto relacionada con el coronavirus.