Tener un exceso de grasa alrededor del corazón aumenta el riesgo de desarrollar insuficiencia cardíaca, especialmente en las mujeres, según una nueva investigación del Hospital Mount Sinai, en Estados Unidos, publicada en la revista 'Journal of the American College of Cardiology'.
Las mujeres con grandes cantidades de grasa pericárdica tienen el doble de probabilidades de desarrollar insuficiencia cardíaca, mientras que los hombres tienen un 50 por ciento más de probabilidades, según el mayor estudio que identifica la relación entre la grasa pericárdica y la insuficiencia cardíaca, lo que podría conducir a una intervención temprana y a la prevención de la enfermedad cardíaca.
"Durante casi dos décadas hemos sabido que la obesidad, basada en la simple medición de la altura y el peso, puede duplicar el riesgo de insuficiencia cardíaca, pero ahora hemos dado un paso más al utilizar tecnología de imagen para demostrar que el exceso de grasa pericárdica, quizá debido a su ubicación cerca del músculo cardíaco, aumenta aún más el riesgo de esta enfermedad potencialmente mortal: la insuficiencia cardíaca", explica el investigador principal, el doctor Satish Kenchaiah, profesor asociado de Cardiología en la Facultad de Medicina Icahn del Monte Sinaí.
Los investigadores examinaron la asociación entre la grasa pericárdica y el riesgo de insuficiencia cardíaca utilizando tomografías computarizadas
"Este trabajo nos proporciona una importante herramienta para estratificar a los pacientes en mayor y menor riesgo de insuficiencia cardíaca, lo que posiblemente pueda conducir a una intervención temprana y a la prevención de la insuficiencia cardíaca para, en última instancia, salvar la vida de las personas", añade.
Los investigadores que participan en una colaboración multiinstitucional examinaron la asociación entre la grasa pericárdica y el riesgo de insuficiencia cardíaca utilizando tomografías computarizadas (TC) de tórax del Estudio Multiétnico de Aterosclerosis (MESA), un estudio de investigación médica patrocinado por el Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre de los Institutos Nacionales de la Salud.
Este estudio prospectivo utilizó tomografías computarizadas de casi 7.000 mujeres y hombres de entre 45 y 84 años de edad de todo Estados Unidos con diversos orígenes raciales para medir la grasa pericárdica. Ninguno de los participantes tenía evidencia de enfermedad cardíaca cuando comenzó el estudio.
Los investigadores siguieron a estos participantes durante más de 17 años y observaron que casi 400 de ellos desarrollaron insuficiencia cardíaca.
Su análisis descubrió que el exceso de grasa pericárdica se asociaba a un mayor riesgo de insuficiencia cardíaca tanto en mujeres como en hombres, incluso después de ajustar los factores de riesgo establecidos para la insuficiencia cardíaca, como la edad, el tabaquismo, el consumo de alcohol, el estilo de vida sedentario, la hipertensión arterial, la hiperglucemia, el colesterol alto y los infartos.
Después de tener en cuenta estos factores de riesgo de insuficiencia cardíaca, un volumen elevado de grasa pericárdica aumentaba el riesgo de desarrollar insuficiencia cardíaca en aproximadamente un 100 por ciento, o el doble, en las mujeres y alrededor del 50 por ciento en los hombres.
Para este estudio, los investigadores definieron el volumen de grasa pericárdica excesivo o "alto" como 70 centímetros cúbicos o más en las mujeres, y 120 centímetros cúbicos o más en los hombres. Las cantidades inferiores se consideraron "normales".
La grasa pericárdica se asoció a nuevos casos de insuficiencia cardíaca independientemente de que los participantes fueran delgados
Los investigadores también informan de que la grasa pericárdica estaba débil o moderadamente correlacionada con los indicadores de sobrepeso u obesidad, como el índice de masa corporal, el perímetro de la cintura, el perímetro de la cadera y la relación cintura-cadera, y que seguía siendo un factor de riesgo de insuficiencia cardíaca por encima del riesgo derivado del sobrepeso o la obesidad.
De hecho, la grasa pericárdica se asoció a nuevos casos de insuficiencia cardíaca independientemente de que los participantes fueran delgados, tuvieran sobrepeso o fueran obesos. Además, en una muestra más pequeña de participantes que se sometieron a un TAC abdominal para determinar la cantidad de grasa abdominal bajo la piel y en el abdomen, la grasa pericárdica predijo el riesgo de insuficiencia cardíaca incluso después de tener en cuenta el exceso de grasa abdominal.
"Nuestra investigación aporta pruebas sólidas de que el exceso de grasa pericárdica aumenta sustancialmente el riesgo de insuficiencia cardíaca --señala Kenchaiah--. Se necesitan estudios adicionales para confirmar nuestros hallazgos. Las investigaciones futuras en este campo también deben centrarse en las formas y los medios, como llevar una dieta saludable para el corazón y mantenerse físicamente activo, para lograr y mantener un peso corporal óptimo y reducir y evitar la deposición de grasa alrededor del corazón".