La fisioterapia es beneficiosa para mejorar la calidad de vida de pacientes trasplantados. Por ello, con motivo de de la celebración del Día del Trasplante, que tiene lugar el 29 de marzo, el Consejo General de Colegios de Fisioterapeutas de España (CGCFE) ha reivindicado la importancia de este tipo de terapia.
Según el CGCFE, la fisioterapia es beneficiosa antes, durante y después de una operación de este tipo. Previamente, el trabajo fisioterápico ayudará a fortalecer muscularmente a la persona que se someterá a la intervención, un aspecto que se considera básico para mejorar la tolerancia a la cirugía y su posterior recuperación.
El fisioterapeuta y vicepresidente del Colegio de Fisioterapeutas de Andalucía, Rafael Calvente Marína, ha explicado la importancia de la fisioterapia en el tratamiento de trasplantes, tanto como profesional, como paciente, ya que le trasplantaron un riñón hace más 23 años.
Desde el Consejo explican que, tras el trasplante, es habitual que el paciente pierda masa muscular y vea limitado su movimiento, por lo que el trabajo de los fisioterapeutas es imprescindible
"En el trasplante de riñón, que es el que yo he vivido, el fisioterapeuta es esencial por muchas razones. La primera, porque hay un porcentaje muy alto de pacientes trasplantados de riñón que, al colocar el injerto, ven comprometido el plexo lumbar, lo cual yo sufrí de primera mano. Y cuando te vas a incorporar has perdido una masa muscular del cuádriceps tremenda, con insensibilidad, incluso, en la parte genital".
Desde el Consejo explican que, tras el trasplante, es habitual que a corto plazo el paciente pierda masa muscular y vea limitado su movimiento. El trabajo de los fisioterapeutas es imprescindible para
incrementar la autonomía y acelerar la recuperación, con el objetivo de que la persona pueda volver a hacer vida normal en el menor tiempo posible y con las mínimas secuelas de la intervención.
Según los datos del Ministerio de Sanidad, en 2022 hubo un total de 5.383 trasplantes de órganos en España, una cantidad que corresponde a una tasa de 112,4 por millón de población. Una cifra que ha repuntado tras la pandemia, con una media de 7 donantes diarios y de 15 trasplantes realizados por jornada.