La Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública (FADSP) ha avisado de que la Estrategia de Salud Mental del Sistema Nacional de Salud (SNS) es una "declaración de intenciones" que tiene pocos visos de producir mejoras significativas en la atención a la Salud Mental en el sistema sanitario público.
"Se trata de un documento manifiestamente mejorable en su contenido y en sus métodos de elaboración, pero sobre todo sin financiación y sin mecanismos concretos que aseguren su cumplimiento", han dicho desde la organización.
El documento, explica la FADSP, propone dos soluciones, una a corto y otra a largo plazo. La solución a corto plazo es plantear al Consejo Interterritorial (CIIT) del Sistema Nacional de Salud una intervención que impulse una atención personalizada, que refuerce la Atención Primaria y que incremente los recursos.
"Necesitaríamos una Estrategia de Salud Mental con la participación de todos los sectores en pie de igualdad, con objetivos concretos y cuantificables", explican desde la FADSP
"Nadie podría manifestarse en contra de estas tres propuestas razonables mientras que se mantengan a un nivel general, el desacuerdo empezaría en cuanto entrásemos desarrollarlas. Cualquier propuesta de cambio que se haga, aunque sea urgente, en un sistema tan complejo como es la Salud Mental, ha de estar consensuada entre todas las partes interesadas y no por un grupo de profesionales, por muy competentes y dignos de respeto que sean", ha comentado la organización.
En cuanto a la segunda solución, a largo plazo, a su juicio, parecería "mejor" la creación de un grupo de trabajo amplio, diversificado, representativo y técnicamente cualificado, con una dirección responsable por parte de un o una profesional con competencias en el tema que propondría sus conclusiones al CIIT del SNS.
En este sentido, la FADSP ha advertido de que todas las estrategias, incluyendo la de 2007 y los borradores posteriores, han "adolecido de graves fallos" que han "imposibilitado" su implementación. Entre otras razones, apostilla, porque la estrategia se promovió exclusivamente desde el Ministerio de Sanidad, tiene una extensión "inabarcable", no va orientada hacia la calidad, cuenta con "falta de credibilidad" y "carece" de financiación.
"Necesitaríamos una Estrategia de Salud Mental con la participación de todos los sectores en pie de igualdad, con objetivos concretos y cuantificables que se pudieran alcanzar durante su periodo de vigencia y así como con evaluación por agencia independiente", han aseverado desde la organización.