Los pacientes a los que se les extraen las muelas del juiciomejoran su capacidad de degustacióndécadas después de la intervención quirúrgica, según un nuevo estudio de Penn Medicine (Estados Unidos) publicado en la revista Chemical Senses.
Los resultados desafían la noción de que la extracción de las muelas del juicio, conocidas como terceros molares, solo tiene el potencial de efectos negativos sobre el gusto, y representan uno de los primeros estudios que analizan los efectos a largo plazo de la extracción sobre el gusto.
"Estudios anteriores solo han señalado efectos adversos sobre el gusto después de la extracción y, en general, se ha creído que esos efectos se disipan con el tiempo. Este nuevo estudio nos muestra que la función del gusto puede realmente mejorar ligeramente entre el momento en que los pacientes se someten a la cirugía y hasta 20 años después. Es un hallazgo sorprendente pero fascinante que merece una investigación más profunda para entender mejor por qué mejora y qué puede significar clínicamente", explica el autor principal del trabajo, Richard L. Doty.
Los resultados desafían la noción de que la extracción del tercer molar solo tiene potenciales efectos negativos sobre el gusto
En su trabajo, los investigadores evaluaron los datos de 1.255 pacientes que se habían sometido a una evaluación quimiosensorial en el transcurso de 20 años. Entre ese grupo, 891 pacientes habían recibido extracciones de terceros molares y 364 no.
La prueba incorpora cinco concentraciones diferentes de sacarosa, cloruro de sodio, ácido cítrico y cafeína. Cada solución se toma a sorbos, se pasa por la boca y luego se escupe. Los sujetos indican entonces si la solución tiene un sabor dulce, salado, ácido o amargo.
El grupo de extracción superó al grupo de control en cada uno de los cuatro sabores y, en todos los casos, las mujeres superaron a los hombres. El estudio sugiere, por primera vez, que las personas que se han sometido a extracciones en un pasado lejano experimentan, por término medio, una mejora (normalmente entre un tres y un 10%) de su capacidad gustativa.
"El estudio sugiere firmemente que la extracción del tercer molar tiene un efecto positivo a largo plazo, aunque sutil, en la función de las vías gustativas linguales de algunas personas", señala otro de los autores, Dane Kim.
El estudio sugiere una mejora de entre un tres y un 10% de la capacidad gustativa
Dos posibilidades podrían explicar esta mejora, según los autores. En primer lugar, el daño por extracción a los nervios que inervan las papilas gustativas de la parte delantera de la boca puede liberar la inhibición de los nervios que abastecen a las papilas gustativas de la parte trasera de la boca, aumentando la sensibilidad de toda la boca.
En segundo lugar, la hipersensibilidad después de una lesión del nervio periférico por una cirugía como una extracción ha sido bien documentada en otros contextos. Hay pruebas, por ejemplo, de estudios en animales de que el tacto ligero repetitivo, que podría ocurrir durante la masticación, acentúa gradualmente las respuestas neurales del tejido irritado que pueden conducir a una hipersensibilidad táctil progresiva a largo plazo. Sin embargo, no se sabe si esto ocurre con el gusto.
"Se necesitan más estudios para determinar el mecanismo o los mecanismos que subyacen a la mejora de la función gustativa relacionada con la extracción. Los efectos son sutiles, pero pueden proporcionar una visión de cómo la mejora a largo plazo de la función neural puede ser el resultado de la alteración del entorno en el que se propagan los nervios", remacha Doty.