Por primera vez, un grupo internacional de expertos ha emitido recomendaciones a los médicos sobre cómo distinguir entre los verdaderos efectos secundarios causados por las estatinas que se han prescrito para reducir los niveles de colesterol y los efectos secundarios que surgen debido a las expectativas de los pacientes de que se produzcan.
El documento de posición del Panel Internacional de Expertos en Lípidos (ILEP), publicado en el Journal of Cachexia, Sarcopenia and Muscle, describe el llamado efecto 'nocebo/drucebo' y ofrece un enfoque paso a paso para diagnosticar y tratar síntomas como los dolores musculares, de modo que el mayor número posible de pacientes continúe tomando estatinas, reduciendo así su riesgo de problemas cardíacos, ictus y muerte.
El presidente de la ILEP, el profesor Maciej Banach, de la Universidad Médica de Lodz y la Universidad de Zielona Góra (Polonia), que ha elaborado estas recomendaciones, ha recordado que "existe un enorme problema mundial para diagnosticar correctamente la intolerancia a las estatinas. Además, sabemos que la mayoría de los efectos secundarios diagnosticados no deberían atribuirse, de hecho, al tratamiento con estatinas. Hasta el 70% de los síntomas pueden deberse a un fenómeno psicológico llamado efecto 'nocebo' o 'drucebo'", asegura.
"El efecto 'nocebo/drucebo' se produce cuando las expectativas de los pacientes de que experimentarán efectos secundarios de las estatinas hacen que realmente experimenten estos síntomas"
El 'nocebo' se refiere a los efectos secundariosadversos que puede experimentar un paciente cuando se le administra una píldora que no contiene ningún ingrediente activo, un comprimido inerte. El 'drucebo' se refiere a la diferencia de efectos secundarios que se experimenta cuando se toma un comprimido que contiene un principio activo (en este caso una estatina) sabiendo que es una estatina o sin saber si es una estatina o un comprimido inerte. Esto permite saber hasta qué punto los síntomas pueden deberse únicamente a la expectativa.
Según explica el profesor Banach, "el efecto 'nocebo/drucebo' se produce cuando las expectativas de los pacientes de que experimentarán efectos secundarios de las estatinas hacen que realmente experimenten estos síntomas. Su conocimiento se obtiene de Internet, folletos, amigos y familiares y otras fuentes, y los efectos secundarios más comunes son el dolor muscular y las molestias hepáticas. El resultado puede ser la interrupción del tratamiento y, por tanto, el aumento del riesgo de problemas cardíacos, derrames cerebrales y muerte", advierte.
Las estatinas se encuentran entre los fármacos más recetados y existen pruebas sólidas e inequívocas de que el tratamiento marca una diferencia significativa en la prevención de las enfermedades cardiovasculares y la muerte por ellas.
Un metaanálisis reciente ha demostrado que la prevalencia de la intolerancia a las estatinas es inferior al 10%. Sin embargo, hasta uno de cada dos pacientes deja de tomarlas, reduce la dosis o las toma de forma irregular porque cree que son responsables de los efectos secundarios.
El primer autor del trabajo, el doctor Peter Penson, profesor de Farmacología Cardiovascular de la Universidad John Moores de Liverpool (Reino Unido), resalta que "este es el primer artículo que trata explícitamente el efecto nocebo/drucebo. Ofrece sugerencias prácticas y basadas en la evidencia que esperamos sean de utilidad para los médicos a la hora de mejorar la atención centrada en el paciente en personas con riesgo de enfermedad cardiovascular, pero que experimentan efectos adversos atribuibles a sus medicamentos", comenta.
"Los beneficios de las estatinas no son percibidos inmediatamente por los pacientes, mientras que los efectos adversos asociados son más tangibles, por lo que muchos pacientes dejan de tomar estatinas, exponiéndose así a un riesgo de enfermedad grave o muerte", recuerda.
"El Plan de Intervención Lipídica Personalizada (PLIP) propuesto en nuestro artículo ayuda al paciente a comprender la razón de su tratamiento, los grandes beneficios, incluido el hecho de que las estatinas pueden prolongar su vida, y los posibles daños, esto permite al paciente tomar una decisión totalmente informada sobre el inicio y la continuación del tratamiento. El PLIP también resume importantes consejos sobre el estilo de vida para ayudarles a reducir el riesgo de ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares".
"Esperamos que este documento facilite la toma de decisiones compartida entre pacientes y prescriptores. Las recomendaciones reconocen que la gran mayoría de los pacientes pueden tomar estatinas de forma segura, y que los beneficios superan con creces el riesgo potencial de efectos secundarios. Proporcionan consejos para mejorar la adherencia al tratamiento con estatinas, al tiempo que hacen sugerencias para la identificación y el manejo del número relativamente pequeño de pacientes que tienen una verdadera intolerancia a las estatinas".
"Es importante que los médicos apliquen su propio criterio en el contexto del sistema sanitario en el que trabajan y su conocimiento de cada uno de sus pacientes a la hora de decidir si aplican determinadas recomendaciones"
El ILEP está formado por más de 70 expertos de todo el mundo que han aportado pruebas y sugerencias para el presente documento, y que han acordado las recomendaciones. Estas recomendaciones pasan por que los profesionales sanitarios tengan en cuenta el efecto nocebo/drucebo cuando prescriban por primera vez las estatinas y proporcionen información a los pacientes sobre la justificación y los beneficios de la terapia.
Además, señalan que el Plan de Intervención Lipídica Personalizada (PLIP) debería utilizarse para ayudar en este proceso. En él se calcula el riesgo de enfermedad cardiovascular a 10 años del paciente con y sin tratamiento con estatinas, además de proporcionar información clara sobre los efectos secundarios adversos, incluyendo que los síntomas musculares son comunes pero raramente causados por las estatinas y el seguimiento rutinario para comprobar la seguridad y la eficacia del tratamiento.
También incluyen cómo diagnosticar eficazmente la intolerancia a las estatinas y excluir el efecto nocebo/drucebo, cómo tratar a los pacientes sin biomarcadores que indiquen anomalías y con síntomas musculares asociados a las estatinas (SAMS) tolerables y cómo tratar a los pacientes con anomalías en los biomarcadores y/o SAMS intolerables y estrategias para el manejo de pacientes con intolerancia completa a las estatinas. También analiza la evidencia de los fármacos sin estatinas que pueden utilizarse para reducir el colesterol.
"Es importante que los médicos apliquen su propio criterio en el contexto del sistema sanitario en el que trabajan y su conocimiento de cada uno de sus pacientes a la hora de decidir si aplican determinadas recomendaciones. Sin embargo, si los prescriptores encuentran el consejo útil, les animamos a compartirlo con sus colegas", advierte Penson.
Los autores y la ILEP tienen previsto difundir sus directrices a través de la formación nacional e internacional de los profesionales sanitarios, presentaciones en congresos y seminarios web, y mediante entrevistas, podcasts y charlas en el sitio web de la ILEP y otros sitios web especializados de todo el mundo.