El portavoz y consejero de Cultura y Política Lingüística del Gobierno Vasco, Bingen Zupiria, ha afirmado este miércoles que el uso de las mascarillas en las empresas tras el 20 de abril, día en el que concluye la obligatoriedad de su uso en interiores, es una cuestión que habrá que gestionar "con prudencia".
En una entrevista concedida a Bizkaia Irratia, recogida por Europa ress, Zupiria ha considerado que, "más allá de las normas, están el sentido común y la prudencia", y que, según los datos epidemiológicos, "los niveles de contagio aún son altos entre nosotros", aunque su incidencia en el ambito sanitario "es pequeña", sobre todo en menores de 60 años, aunque no así en mayores de 60, que son "el grupo más vulnerable".
Así, y respecto al uso de la mascarilla en las empresas a partir del día 20, el portavoz del Gobierno Vasco ha señalado que "antes que nada hay que esperar a cómo toma la decisión en el Gobierno de España, porque es su decisión y, además de la propia decisión, deberá regular qué hacer y qué no hacer en cada lugar".
"Es una cuestión que habrá que gestionar con prudencia en todas las empresas, y, además, tendremos que tener en cuenta los criterios que establece el Gobierno de España, que aún no conocemos y no creo que conozcamos antes del día 20", ha indicado.
Sanidad también pidió prudencia
La ministra de Sanidad justificó esta retirada debido a la buena situación epidemiológica en la que se encuentra España y en el contexto de la puesta en marcha de la nueva Estrategia de vigilancia y control de la Covid-19 una vez ha pasado la fase aguda de la pandemia.
A pesar de ello, Darias ha insistido en que esta relajación de medidas debe ir acompañada de la responsabilidad personal. De hecho, tal y como sugieren los expertos de la Ponencia de Alertas del SNS, abogan por practicar un “uso responsable” de la mascarilla. Según ha advertido, “la pandemia sigue entre nosotros”.
En esta misma intervención, avanzó que debido a la nueva Estrategia de vigilancia, los positivos en Covid-19 que sean asintomáticos o tengan síntomas leves no están obligados a realizar aislamiento, pudiendo acudir a su puesto de trabajo, pero sí que tendrán que llevar la mascarilla durante los 10 días siguientes desde el diagnóstico.