Una de las formas en que el organismo combate la COVID-19 es mutando el coronavirus, haciéndolo menos dañino. Este mecanismo de protección incorporado en las células tiene una clara relación con la disminución de la carga viral en el organismo, según un estudio de la Universidad de Gotemburgo (Alemania).
Las mutaciones suelen asociarse a la aparición de variantes del virus que son más contagiosas y patógenas que sus predecesoras. Sin embargo, esta investigación, publicada en la revista científica PNAS, demuestra que las mutaciones de los virus suelen actuar en sentido contrario.
Estos investigadores alemanes han trazado patrones de mutación en el coronavirus SARS-CoV-2. Sus resultados indican que la enzima natural del organismo ADAR1 (adenosina deaminasa que actúa sobre el ARN) impide la reproducción del virus.
"Nuestro estudio demuestra que existe una relación inversa entre la carga viral y el grado de mutación del virus por ADAR1"
La ADAR1, que se encuentra en el interior de la membrana protectora de las células, puede sustituir los nucleótidos, que son los componentes básicos del ARN del virus. Sin embargo, hasta la fecha no está claro cómo afecta ADAR1 al coronavirus causante de la COVID-19.
"Nuestro estudio demuestra que existe una relación inversa entre la carga viral (la cantidad medible de virus en el organismo) y el grado de mutación del virus por ADAR1. También descubrimos que las mutaciones inducidas por ADAR1 son el tipo más común de mutación del SARS-CoV-2", afirma Johan Ringlander, primer autor del estudio.
En particular, los científicos observaron que los pacientes individuales suelen estar infectados con más de una variante del virus. Cuando se investigaron las mutaciones en variantes relativamente raras del virus, se descubrió que una mutación común en la que un nucleótido, la guanosina (G), sustituye a la adenosina (A), empeoraba significativamente la capacidad reproductiva del SARS-CoV-2. Estas mutaciones son causadas por la enzima ADAR1.
"Las mutaciones pueden hacer que un virus sea más infeccioso, pero en la mayoría de los casos las mutaciones que hemos estudiado hacen que el virus sea más débil"
Los análisis de más de 200.000 cepas del virus procedentes de pacientes enfermos de COVID-19 mostraron que las mutaciones causadas por ADAR1 circulaban principalmente en el verano de 2020, cuando las tasas de transmisión y mortalidad eran bajas en Europa. Cuando las tasas de transmisión y mortalidad eran más altas, las variantes del virus con mutaciones inducidas por ADAR1 eran poco comunes, probablemente porque eran superadas por cepas de virus más infecciosas.
"Nuestros resultados aclaran cómo las células del organismo pueden generar variantes de virus mutados. Las mutaciones pueden hacer que un virus sea más infeccioso, pero en la mayoría de los casos las mutaciones que hemos estudiado hacen que el virus sea más débil; en lugar de propagarse, se elimina de las células infectadas. Estos hallazgos sugieren que ADAR1 sirve como mecanismo de protección utilizado por el organismo para limitar las infecciones virales", apunta Ringlander.
"Cuando el SARS-CoV-2 se multiplica en las vías respiratorias, se produce una inflamación. Entre sus efectos está la activación de ADAR1, que a su vez reduce la probabilidad de que el virus infecte otras células. Actualmente estamos investigando si este mecanismo protector puede ser importante también en otras infecciones víricas", remacha el líder del estudio, Michael Kann.