Un estudio realizado en Estados Unidos y Suiza ha demostrado que casi todos los pacientes con cáncer desarrollan una buena respuesta inmunitaria a las vacunas de ARNm contra la COVID-19 entre tres y cuatro semanas después de recibir su segunda dosis.
Entre los 131 pacientes estudiados, el 94% desarrolló anticuerpos contra el coronavirus. Siete pacientes de alto riesgo no lo hicieron. "No pudimos encontrar ningún anticuerpo contra el virus en esos pacientes. Esto tiene implicaciones para el futuro. ¿Debemos suministrar una tercera dosis de la vacuna una vez finalizada la terapia contra el cáncer en determinados pacientes de alto riesgo?", señala uno de los autores del estudio, Dimpy P. Shah, del Centro de Cáncer Mays (Estados Unidos).
"Con otras vacunas e infecciones, se ha demostrado que los pacientes con cáncer no desarrollan una respuesta inmunitaria tan robusta como la población general. Por lo tanto, tenía sentido plantear la hipótesis de que ciertos grupos de pacientes de alto riesgo no tienen respuesta de anticuerpos a la vacuna contra la COVID-19", añade el Dr. Rubén Mesa, coautor principal del estudio, que se ha publicado en la revista Cancer Cell.
"Al menos en el caso de los pacientes con cáncer, dos dosis son muy importantes para una respuesta robusta de los anticuerpos"
Entre los grupos de alto riesgo, los pacientes que recibieron una terapia denominada rituximab en los seis meses siguientes a la vacunación no desarrollaron anticuerpos. El rituximab es un anticuerpo monoclonal utilizado en el tratamiento de cánceres hematológicos y enfermedades autoinmunes.
Los pacientes sometidos a quimioterapia, que es tóxica para las células, desarrollaron una respuesta de anticuerpos, pero fue débil en comparación con la población general. "Todavía no sabemos cómo se relaciona esto con la protección contra la COVID-19", destaca Shah.
En los países en los que no hay vacunación, se habla de que una sola dosis podría conferir una protección adecuada, pero "esto puede no ser cierto en el caso de los pacientes con cáncer, advierte Shah. "Observamos una diferencia significativa en la respuesta cuando se administran dos dosis. Al menos en el caso de los pacientes con cáncer, dos dosis son muy importantes para una respuesta robusta de los anticuerpos", apunta.
En el estudio no se examinó la variante Delta ni otras del virus
Los pacientes con cánceres de alto riesgo, especialmente los que reciben anticuerpos anti-CD20, deben seguir tomando precauciones incluso después de ser vacunados, según el estudio. "Todavía tienen que tener esa conciencia de que podrían estar potencialmente en riesgo porque su cuerpo no ha respondido a la vacunación", concluye Shah.
La edad media de los pacientes del estudio era de 63 años. La mayoría de los pacientes (106) tenían cánceres sólidos, en contraposición a las neoplasias hematológicas (25). La población del estudio era un 80% de blancos no hispanos, un 18% de hispanos y un 2% de negros.
"Recomendamos que en el futuro se realicen estudios también en pacientes negros, asiáticos e hispanos, para ver si hay diferencias en la respuesta inmunitaria de la vacunación", remacha Mesa. En el estudio no se examinó la variante Delta ni otras del virus. El equipo tampoco analizó la respuesta de las células T y B que combaten la infección en los pacientes con cáncer.