Investigadores de la Universidad de California en San Diego (Estados Unidos) han evidenciado, en un estudio publicado en The Journal of Pediatrics, los diferentes desencadenantes de la enfermedad de Kawasaki, una rara condición que afecta principalmente a los niños menores de cinco años y que provoca que los vasos sanguíneos se inflamen e hinchen.
En concreto, los datos obtenidos en el trabajo sugieren que diferentes desencadenantes o intensidades de exposición ambiental dan como resultado grupos de casos de enfermedad de Kawasaki que comparten un patrón de respuesta similar. Esta observación resuena con las observaciones actuales que relacionan el virus SARS-CoV-2 con el síndrome inflamatorio multisistémico (MIS-C), una enfermedad que comparte muchas características clínicas con la patología de Kawasaki.
"Tanto en la enfermedad de Kawasaki como en MIS-C, los niños probablemente nazcan con una predisposición genética a reaccionar a algo en su entorno y desarrollar una inflamación severa. Para MIS-C, sabemos la causa, es el SARS-CoV-2, y para la enfermedad de Kawasaki, ahora comenzaremos a analizar nuestros datos de una manera completamente nueva", han dicho los investigadores.
"Tanto en la enfermedad de Kawasaki como en MIS-C, los niños probablemente nazcan con una predisposición genética a reaccionar a algo en su entorno y desarrollar una inflamación severa"
En concreto, en el trabajo se analizaron a 1.332 pacientes con enfermedad de Kawasaki que cumplieron con las pautas de la Asociación Estadounidense del Corazón (AHA, por sus siglas en inglés) para patología completa o incompleta y fueron diagnosticados y tratados en el Rady Children's Hospital-San Diego entre enero de 2002 y marzo de 2019.
Se encontró que los casos de enfermedad de Kawasaki dentro de un grupo eran más similares con respecto a las características, clínicas y con los niveles de inflamación de lo que cabría esperar por casualidad. Por ejemplo, los marcadores de inflamación sistémica cuando estaban elevados tenían más probabilidades de estar asociados con niveles bajos de hemoglobina y viceversa (medidas más bajas de inflamación asociadas con la hemoglobina normal).
"El hallazgo importante fue que algunos grupos tenían esta característica, mientras que otros no. Además, con respecto a las características clínicas, los casos que manifestaron 'lengua de fresa' o 'primera presentación en los ganglios linfáticos' también se agruparon, al igual que los casos sin estas características clínicas"
"Si bien esto tiene sentido biológicamente, el hallazgo importante fue que algunos grupos tenían esta característica, mientras que otros no. Además, con respecto a las características clínicas, los casos que manifestaron 'lengua de fresa' o 'primera presentación en los ganglios linfáticos' también se agruparon, al igual que los casos sin estas características clínicas", han argumentado los expertos.
Además, prosiguen, se puede obtener información importante sobre las diferentes etiologías de la enfermedad de Kawasaki centrándose en los pacientes que comparten los fenotipos demográficos y clínicos identificados en el análisis.
Y es que, la presencia o ausencia agrupada de estos fenotipos en los pacientes con enfermedad de Kawasaki difería significativamente de los dos grupos de control de los conglomerados sintéticos, lo que puede indicar que los pacientes, dentro de estos conglomerados, respondían a diferentes estímulos, lo que resultaba en diferentes presentaciones clínicas. De manera similar, la evidencia de laboratorio de inflamación fue alta o baja en diferentes grupos, lo que nuevamente sugiere una distribución no aleatoria de estas características.