Un estudio realizado en la Universidad de São Paulo (USP) en Brasil muestra que el celecoxib y la indometacina, fármacos antiinflamatorios no esteroideos (AINE) clasificados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como el primer peldaño de la escalera analgésica, pueden estar asociados con defectos del esmalte dental (DED) en niños.
El estudio, publicado en la revista Scientific Reports, señala que odontólogos de la Clínica de Esmalte Dental de la Facultad de Odontología de Ribeirão Preto (FORP-USP) han observado un fuerte aumento en el número de niños que buscan tratamiento por dolor, manchas blancas o amarillas, sensibilidad dental y fragilidad.
En algunos casos, la simple masticación puede fracturar los dientes de los niños. Todos estos son síntomas clásicos de DED del tipo conocido como hipomineralización del esmalte, cuyas causas son poco conocidas. Como consecuencia de este trastorno, la caries dental en forma de lesiones cariosas aparece antes y con mayor frecuencia en estos pacientes, cuyas restauraciones son menos adhesivas y tienden a fallar más.
Una coincidencia despertó sobre todo la curiosidad de los investigadores: las edades de los pacientes. Los primeros años de vida, cuando se forman las DED, son un período en el que la enfermedad es frecuente, a menudo con fiebre alta. "Estas enfermedades generalmente se tratan con AINE, que inhiben la actividad de la ciclooxigenasa. Sin embargo, se sabe que la COX y la prostaglandina son fisiológicas para el esmalte dental y, por lo tanto, nos preguntamos si estos medicamentos interfieren en la formación normal de esta estructura", explica Francisco de Paula-Silva, profesor de Pediatría de la FORP-USP y último autor del artículo.
El análisis basado en imágenes y composición química sugirió que la mineralización dental se había visto afectada
Los investigadores utilizaron un modelo animal (ratones) para estudiar el problema, ya que estos animales tienen incisivos que crecen continuamente, lo que facilita el análisis. Las ratas fueron tratadas con celecoxib e indometacina durante 28 días, tras los cuales prácticamente no se observaron diferencias a simple vista en sus dientes. Sin embargo, cuando los investigadores comenzaron a extraer, encontraron que los dientes se fracturaban más fácilmente.
El análisis basado en imágenes y composición química sugirió que la mineralización dental se había visto afectada. Los dientes contenían niveles por debajo de lo normal de calcio y fosfato, que son importantes para la formación del esmalte dental, y la densidad mineral era baja.
Cuando los investigadores buscaron las razones de esto, encontraron alteraciones en las proteínas requeridas para la mineralización y la diferenciación celular, lo que demuestra que los medicamentos efectivamente habían afectado la composición del esmalte dental.
"Vamos a analizar el historial médico de los niños con DED y su uso de estos medicamentos"
El grupo planea realizar un estudio clínico con el objetivo de confirmar los resultados de la investigación en el modelo animal. "Vamos a analizar el historial médico de los niños con DED y su uso de estos medicamentos, y estableceremos un estudio clínico que correlacionará los dos conjuntos de datos para ver si les sucede lo mismo a los humanos.
"Si es así, podemos hacer recomendaciones sobre qué medicamentos no deben usarse para qué pacientes. También podemos ayudar a elaborar un protocolo de tratamiento adecuado en el futuro", ha afirmado Paula-Silva, comparando esta situación con la de la tetraciclina, un antibiótico que no se recomienda para los niños porque causa la decoloración de los dientes.
Otro punto importante a abordar es el uso indiscriminado de medicamentos de venta libre, problema que parece haberse agravado a medida que se ha vuelto más común la atención pediátrica, aunque aún no se dispone de información concreta al respecto.