Un nuevo estudio ha avalado que la vacuna de Pfizer y BioNTech contra el COVID-19 es "muy eficaz" contra la variante británica. En su trabajo, publicado en la revista 'Science', los investigadores no encontraron ninguna pérdida de protección inmunitaria en comparación con la de la cepa original de referencia Wuhan.
Su análisis se basó en muestras de sangre de 40 personas que habían recibido la vacuna COVID-19 de BioNTech-Pfizer durante los ensayos clínicos. Los autores concluyen que sus resultados muestran que es "poco probable que la variante del virus de Reino Unido escape a la protección" mediada por esta vacuna.
En septiembre del año pasado se descubrió el linaje B.1.1.7 del SARS-CoV-2 en Reino Unido. Posteriormente aumentó su prevalencia, mostró una mayor transmisibilidad y se extendió a otros continentes. La variante B.1.1.7 presenta una serie de mutaciones en su proteína de espiga (S), que utiliza para entrar en las células del huésped.
Los investigadores ven prudente prepararse para un posible cambio de la cepa vacunal COVID-19
La cuestión de si un virus con el gran número de mutaciones encontradas en la proteína de espiga del linaje B.1.1.7 podría ser neutralizado por los sueros sanguíneos de las personas que han recibido la vacuna COVID-19 de BioNTech-Pfizer es una cuestión importante.
Para investigarlo, los investigadores generaron pseudovirus del SARS-CoV-2-S con la cepa de referencia Wuhan o con la proteína de pico del linaje B.1.1.7. Probaron estos virus con sueros sanguíneos de 40 personas que habían recibido la vacuna COVID-19 de BioNTech-Pfizer siguiendo el régimen recomendado de dos dosis administradas con 21 días de diferencia.
Descubrieron que los sueros presentaban títulos de neutralización ligeramente reducidos, pero ampliamente conservados, contra el pseudovirus de linaje B.1.1.7. Esto sugiere que la variante británica no "escapará" a la protección mediada por la vacuna, como la que proporciona esta vacuna. Los autores señalan que el sistema de pseudovirus no replicante que utilizaron puede ser una posible limitación del estudio.
"Aunque la neutralización sostenida de la actual variante B.1.1.7 es tranquilizadora, es prudente prepararse para un posible cambio de la cepa vacunal COVID-19. La adaptación de la vacuna a una nueva cepa del virus se vería facilitada por la flexibilidad de la tecnología de las vacunas basadas en ARNm", concluyen los autores.