Ocho meses después de la infección por SARS-CoV-2, el virus que provoca COVID-19, la mayoría de las personas que se han recuperado todavía tienen suficientes células inmunes para defenderse del virus y prevenir la enfermedad, según un nuevo estudio de investigadores de La Jolla Institute for Immunology (Estados Unidos).
La investigación, que aún no ha sido revisada por otros científico ni publicada en una revista científica, en cualquier caso es el estudio más completo y de largo alcance sobre la memoria inmune al coronavirus hasta la fecha. Además, apunta que la duración de estas células podría durar incluso años, ya que los supervivientes de un anterior coronavirus, el SARS, aún portan ciertas células inmunes importantes 17 años después de recuperarse.
La comprensión de la memoria inmunológica del SARS-CoV-2 es fundamental para mejorar las pruebas diagnósticas y las vacunas, y para evaluar el probable curso futuro de la pandemia. Los investigadores analizaron múltiples compartimentos de la memoria inmune circulante al SARS-CoV-2 en 185 casos de COVID-19, incluyendo 41 casos 6 meses después de la infección. El pico de anticuerpos IgG fue relativamente estable durante más de 6 meses. Los picos de memoria específicos de las células B fueron más abundantes a los 6 meses que al mes.
La comprensión de la memoria inmunológica del SARS-CoV-2 es fundamental para mejorar las pruebas diagnósticas y las vacunas
Los humanos producen anticuerpos específicos contra el SARS-CoV-2, células T CD4+ y células T CD8+ en respuesta a la infección del SARS-CoV-2. En estudios de pacientes COVID-19 agudos y convalecientes se ha observado que las respuestas de las células T están asociadas con una disminución de la enfermedad, lo que sugiere que las respuestas de las células T CD4+ y CD8+ específicas del SARS-CoV-2 pueden ser importantes para el control y la resolución de la infección primaria por SARS-CoV-2.
Esta inmunidad se ha asociado con la falta de control de la infección primaria por SARS-CoV-2 y un alto riesgo de COVID-19 mortal. Los anticuerpos neutralizantes generalmente no se han correlacionado con una disminución de la gravedad de la enfermedad por COVID-19, lo que también se observó en el síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS), causado por la infección del coronavirus humano MERS-CoV.
Si bien la inmunidad contra los virus solo puede lograrse mediante anticuerpos neutralizantes de alto nivel, la protección contra la enfermedad puede lograrse mediante varios otros escenarios de memoria inmunológica adaptativa. Los investigadores resaltan que los posibles mecanismos de protección inmunológica pueden variar en función de la cinética relativa de las respuestas de la memoria inmunológica y la infección.
Por ejemplo, la hepatitis clínica después de la infección por el virus de la hepatitis B (VHB) se previene mediante la memoria inmunológica activada por la vacuna, incluso en ausencia de anticuerpos circulantes, debido al curso relativamente lento de la enfermedad del VHB.
En el trabajo, 185 personas con COVID-19 fueron reclutadas. Los sujetos (43% hombres, 57% mujeres) representaban un rango de casos asintomáticos, leves, moderados y severos de COVID-19, y fueron atendidos en múltiples centros sanitarios a lo largo de Estados Unidos. La mayoría tenía un caso leve de COVID-19, que no requería hospitalización.