Los seres humanos y los ratones compartimos alteraciones moleculares que explican patologías relacionadas con el envejecimiento como el cáncer. Esta es la principal conclusión que arroja una investigación multicéntrica en la que han participado la Universidad de Oviedo, el Instituto Universitario de Oncología del Principado de Asturias (IUOPA), el Centro de Investigación en Nanomateriales y Nanotecnología (CINN-CSIC) y el Instituto de Investigación Sanitaria del Principado de Asturias (ISPA), entre otras instituciones.
Según informa la Universidad de Oviedo, el estudio, que acaba de ser publicado en la revista Molecular Biology and Evolution, describe una serie de patrones epigenéticos compartidos por ambas especies que pueden tener relevancia en el futuro desarrollo de fármacos u otras intervenciones contra el cáncer.
Los seres humanos, al igual que otras especies animales, acumulamos a lo largo de nuestra vida alteraciones moleculares en nuestro genoma conocidas como marcas epigenéticas. Estas marcas, sin necesidad de alterar la secuencia de nuestros genes, influyen en la forma en la que son leídos por las células. De esta manera, las alteraciones epigenéticas podrían estar detrás del desarrollo de muchas enfermedades asociadas al envejecimiento, como cáncer.
"Empleando tecnologías de secuenciación masiva y algoritmos bioinformáticos, hemos logrado caracterizar, en paralelo, las alteraciones epigenéticas comunes y específicas que ocurrían en ambas especies"
El estudio de estos procesos en investigación se sustenta en la utilización de modelos animales preclínicos como el ratón, que ha permitido el desarrollo de buena parte de los medicamentos que empleamos actualmente en nuestra sociedad.
Si bien conocemos en gran medida la información genética del humano y del ratón, las alteraciones epigenéticas que acontecen durante el desarrollo de enfermedades aún no han sido esclarecidas totalmente. Es ahí donde la presente investigación arroja luz. "Caracterizar estas alteraciones nos permite no solo comprender mejor estos procesos, sino optimizar las investigaciones que involucran la utilización de modelos animales en el estudio de enfermedades", asegura el primer firmante del artículo, Raúl Fernández Pérez.
Para abordar este reto, el equipo de investigadores analizó muestras de tejido sano y tumoral de humanos y ratones de distintas edades. "Empleando tecnologías de secuenciación masiva y algoritmos bioinformáticos, hemos logrado caracterizar, en paralelo, las alteraciones epigenéticas comunes y específicas que ocurrían en ambas especies", afirma Juan Ramón Tejedor, coautor principal del trabajo.
Uno de los coordinadores del estudio, Agustín Fernández, explica que "este trabajo ha sido posible gracias a la revolución tecnológica de la última década en el campo de la biomedicina, la biotecnología y la biología computacional, que ha permitido no solo generar nuevos datos a nivel de genoma completo, sino que también ha facilitado la implementación de algoritmos para integrarlos con otros datos que se han ido publicando estos últimos años en repositorios públicos".
"La integración de toda esa información a nivel de genoma completo es precisamente un reto en el futuro de la investigación biomédica" afirma Agustín Fernández. "Los resultados obtenidos aportan una valiosa referencia para futuros estudios, ya que describen una serie de patrones epigenéticos compartidos en ambas especies, que pueden tener una gran relevancia en el cáncer y en el envejecimiento como posibles dianas para el desarrollo de fármacos u otras intervenciones" añade Raúl Fernández.
El investigador Mario Fernández Fraga, que dirige el grupo que ha liderado el estudio, destaca que los resultados revelan que, a pesar de la gran diferencia de esperanza de vida entre ratones y humanos, "las alteraciones epigenéticas que se producen en envejecimiento y cáncer son parecidas en ambas especies, lo que pone de manifiesto el alto grado de conservación y, por tanto, la importancia de estas alteraciones moleculares en la aparición de tumores con la edad".