Entre un 10 y un 15% de las mujeres en España sufre endometriosis, una patología por la cual el tejido que conforma la zona genital ocupa otros órganos como los riñones o la vejiga. Es una enfermedad desconocida cuyo diagnóstico se llega a retrasar hasta ocho años. Es una enfermedad que es puede producir importante dolor, que es la mayor causa de infertilidad femenina conocida, y que, según un reciente estudio, se relaciona con un mayor riesgo de ictus.
Las mujeres con endometriosis tienen un mayor riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, como infarto, hipertensión arterial y colesterol alto, y según esta investigación estadounidense, tienen hasta un 34% más de riesgo de sufrir ictus.
En el análisis participaron 112.056 mujeres que eran enfermeras de entre 25 y 42 años de edad de 14 estados de Estados Unidos al inicio del estudio en 1989. El estudio actual finalizó en 2017. Se utilizó una laparoscopia (procedimiento quirúrgico en el que se inserta un instrumento de fibra óptica a través de la pared abdominal para ver los órganos del abdomen o para permitir un procedimiento quirúrgico) para hacer el diagnóstico de endometriosis. La endometriosis se detectó en 5.244 mujeres y la mayoría de las participantes (93%), incluidas las diagnosticadas de endometriosis, eran mujeres blancas.
La mayor proporción del riesgo de ictus asociado a la endometriosis estaba vinculada a la histerectomía y/u ooforectomía (39%) y a la terapia hormonal posmenopáusica (16%)
Los investigadores analizaron los datos recogidos cada dos años en busca de muchos posibles factores de confusión o de riesgo, como la ingesta de alcohol, el índice de masa corporal actual, el patrón del ciclo menstrual en la adolescencia, la exposición actual a los anticonceptivos orales y a las hormonas posmenopáusicas, los antecedentes de tabaquismo, la dieta, la actividad física, el uso de aspirinas, la raza/etnia y los ingresos.
Además, los investigadores estudiaron si la relación entre la endometriosis y el riesgo de ictus podía explicarse por otros factores mediadores como la hipertensión arterial, el colesterol alto, la histerectomía (extirpación del útero), la ooforectomía (extirpación de los ovarios) y la terapia hormonal posmenopáusica. Durante los 28 años de seguimiento, incluidas las confirmaciones de los registros médicos, los investigadores documentaron 893 accidentes cerebrovasculares. La mayor proporción del riesgo de ictus asociado a la endometriosis estaba vinculada a la histerectomía y/u ooforectomía (39%) y a la terapia hormonal posmenopáusica (16%).
No se observaron diferencias significativas en la relación entre la endometriosis y el ictus en función de múltiples factores, como la edad, los antecedentes de infertilidad, el índice de masa corporal o el estado de la menopausia.
"El riesgo absoluto de ictus en mujeres es bajo", indica Stacey A. Missmer, autora principal del estudio, pero dado los datos es importante tener en cuenta el papel de la endometriosis. "Los clínicos deben considerar la salud de la mujer en su totalidad, incluyendo la presión arterial elevada, el colesterol alto y otros nuevos factores de riesgo de infarto, y no sólo los síntomas específicamente asociados a la endometriosis, como el dolor pélvico o la infertilidad", comenta.