Un estudio de la Universidad de Gondar (Etiopía) revela que casi tres de cada diez niños de 13 países del África subsahariana están infectados de malaria. Los resultados de la investigación, publicados en la revista 'PLOS ONE', revelan que los más vulnerables son los menores de cinco años que viven en familias numerosas con bajos ingresos en zonas rurales.
Aunque la malaria es una enfermedad prevenible y curable, sigue siendo un grave problema de salud pública, ya que casi la mitad de la población mundial corre el riesgo de contraer esta enfermedad transmitida por mosquitos. En África se registra el 95% de los casos de paludismo y el 96% de las muertes por esta enfermedad, con un número desproporcionado de muertes en lactantes y niños.
En el nuevo trabajo, los investigadores utilizaron datos de la reciente Encuesta de Indicadores de Paludismo de 13 países del África subsahariana: Burkina Faso, Ghana, Guinea, Kenia, Liberia, Madagascar, Malí, Malaui, Mozambique, Nigeria, Sierra Leona, Senegal y Tanzania. Las encuestas se realizaron entre 2015 y 2021 e incluyeron entrevistas con 74.976 padres/tutores. En el estudio actual, se incluyeron datos de 60.541 niños de entre 6 y 59 meses.
En África se registra el 95% de los casos de paludismo y el 96% de las muertes por esta enfermedad
En general, la prevalencia conjunta de malaria entre los niños del estudio fue del 27,41%, oscilando entre el 5,04% en Senegal y el 62,57% en Sierra Leona. Las probabilidades de infección aumentaban con la edad, y los niños menores de cinco años tenían más probabilidades de infectarse que los más pequeños.
Los niños de los hogares más ricos, aquellos cuya madre había cursado estudios primarios, los que tenían una vivienda mejorada y los de comunidades con un elevado uso de mosquiteros tratados con insecticida tenían menos probabilidades de infectarse de paludismo. Los niños de familias numerosas, los que vivían en zonas rurales y los que vivían en comunidades muy pobres tenían más probabilidades de contraer el paludismo.
Los autores concluyen que los mosquiteros tratados con insecticida y la mejora de la vivienda son medios prometedores para prevenir la infección por paludismo entre los niños, y que en cualquier distribución masiva de mosquiteros debe darse prioridad a los hogares con escasos recursos y a los de las zonas rurales.