Un nuevo estudio ha demostrado que el ejercicio puede ayudar a ralentizar el deterioro cognitivo de algunas personas con la enfermedad de Parkinson, según publica sus autores en la edición online de 'Neurology', la revista médica de la Academia Americana de Neurología.
La investigación ha sugerido que las personas con Parkinson que tienen la variante genética de la apolipoproteína E e4, o APOE e4, pueden experimentar un declive cognitivo más rápido y más temprano en la enfermedad que las personas sin la variante. La APOE e4 es conocida como un factor de riesgo genético para la enfermedad de Alzheimer. El estudio analizó si el ejercicio podría desempeñar un papel en la ralentización del deterioro cognitivo de las personas con APOE e4.
El ejercicio puede ayudar a ralentizar el deterioro cognitivo de algunas personas con la enfermedad de Parkinson
"Los problemas de pensamiento y memoria pueden tener un impacto negativo en la calidad de vida y la capacidad de funcionamiento de las personas, por lo que es interesante que el aumento de la actividad física pueda retrasar o prevenir el deterioro cognitivo", señala el autor del estudio, el doctor Jin-Sun Jun, de la Universidad Hallym de Seúl (Corea).
En el estudio participaron 173 personas con enfermedad de Parkinson temprana que tenían una media de 63 años en ese momento y 59 años cuando desarrollaron la enfermedad. Un 27% tenía la variante del gen APOE e4.
Las personas informaron de su actividad física con un cuestionario sobre la cantidad de actividad que tuvieron en la semana anterior a través de actividades de ocio como caminar o montar en bicicleta, actividades domésticas como quitar el polvo o trabajar en el jardín y actividades laborales remuneradas o como voluntarios.
Una mayor actividad física al inicio del estudio disminuía el deterioro cognitivo relacionado con la APOE e4 dos años después en una media de 0,007 puntos
Las personas realizaron una prueba de sus habilidades de pensamiento al principio del estudio y luego uno y dos años después. En general, las puntuaciones al principio del estudio fueron de 26 puntos de media. En el caso de las personas con la variante del gen APOE e4, las puntuaciones de las pruebas disminuyeron una media de 1,33 puntos al final del estudio en comparación con las personas sin la variante.
Pero los investigadores también descubrieron que una mayor actividad física al inicio del estudio disminuía el deterioro cognitivo relacionado con la APOE e4 dos años después en una media de 0,007 puntos.
"Se necesita una investigación adicional para confirmar nuestros hallazgos, pero estos resultados apoyarían el uso de intervenciones dirigidas a la actividad física como una forma de retrasar el deterioro cognitivo en personas con Parkinson temprano que tienen la variante genética APOE e4", apunta Jun.