Un nuevo estudio demuestra que las personas que siguen una dieta que incluye al menos media ración diaria de alimentos con alto contenido en flavonoides, como las fresas, las naranjas, los pimientos y las manzanas, pueden tener un 20% menos de riesgo de deterioro cognitivo, según publican los investigadores en la edición online de Neurology, la revista médica de la Academia Americana de Neurología.
El estudio analizó varios tipos de flavonoides, y descubrió que las flavonas y las antocianinas pueden tener el mayor efecto protector. Los flavonoides son compuestos naturales que se encuentran en las plantas y se consideran potentes antioxidantes. Se cree que tener muy pocos antioxidantes puede influir en el deterioro cognitivo a medida que se envejece.
"Cada vez hay más pruebas que sugieren que los flavonoides son potentes para evitar el deterioro de la capacidad de pensar a medida que se envejece -afirma el autor del estudio, el doctor Walter Willett, de la Universidad de Harvard en Boston (Estados Unidos)-. Nuestros resultados son emocionantes porque muestran que hacer cambios sencillos en la dieta podría ayudar a prevenir el deterioro cognitivo".
Los resultados demuestran que cambios sencillos en la dieta pueden ayudar a prevenir el deterioro cognitivo
El estudio analizó a 49.493 mujeres con una edad media de 48 años y a 27.842 hombres con una edad media de 51 años al inicio del estudio. A lo largo de 20 años de seguimiento, las personas completaron varios cuestionarios sobre la frecuencia con la que comían diversos alimentos. Su ingesta de diferentes tipos de flavonoides se calculó multiplicando el contenido de flavonoides de cada alimento por su frecuencia.
Los participantes en el estudio evaluaron sus propias capacidades cognitivas en dos ocasiones durante el estudio, mediante preguntas como: "¿Le cuesta más de lo normal recordar acontecimientos recientes?" y "¿Le cuesta más de lo normal recordar una lista corta de elementos?" Esta evaluación capta los problemas de memoria tempranos, cuando la memoria de las personas ha empeorado lo suficiente como para que se den cuenta, pero no necesariamente lo suficiente como para ser detectada en una prueba de detección.
Las personas del grupo que representaba el 20% más alto de consumidores de flavonoides tenían, de media, unos 600 miligramos (mg) en su dieta cada día, en comparación con las personas del 20% más bajo de consumidores de flavonoides, que tenían unos 150 mg en su dieta cada día. Las fresas, por ejemplo, tienen unos 180 mg de flavonoides por ración de 100 gramos, mientras que las manzanas tienen unos 113.
Tras ajustar factores como la edad y la ingesta calórica total, las personas que consumían más flavonoides en su dieta presentaban un menor riesgo de deterioro cognitivo. El grupo de mayores consumidores de flavonoides tenía un 20% menos de riesgo de deterioro cognitivo autodeclarado que las personas del grupo más bajo.
El grupo de mayores consumidores de flavonoides tenía un 20% menos de riesgo de deterioro cognitivo
Los investigadores también analizaron los flavonoides individuales. Las flavonas, que se encuentran en algunas especias y en las frutas y verduras de color amarillo o naranja, fueron las que más cualidades protectoras presentaron, y se asociaron a una reducción del 38% del riesgo de deterioro cognitivo, lo que equivale a tener entre tres y cuatro años menos de edad. Los pimientos tienen unos 5 mg de flavonas por ración de 100 gramos. Las antocianinas, presentes en los arándanos, las moras y las cerezas, se asociaron a una reducción del 24% del riesgo de deterioro cognitivo. Los arándanos tienen unos 164 mg de antocianinas por cada porción de 100 gramos.
"Las personas de nuestro estudio que obtuvieron los mejores resultados a lo largo del tiempo comían una media de al menos media ración al día de alimentos como zumo de naranja, naranjas, pimientos, apio, pomelos, zumo de pomelo, manzanas y peras", resalta Willett.
"Aunque es posible que otros fitoquímicos estén actuando aquí, una dieta colorida y rica en flavonoides -y específicamente en flavonas y antocianinas- parece ser una buena apuesta para promover la salud cerebral a largo plazo -continúa-. Y nunca es demasiado tarde para empezar, porque vimos esas relaciones protectoras tanto si las personas consumían los flavonoides en su dieta hace 20 años como si empezaron a incorporarlos más recientemente".