En España se calcula que más de 80.000 personas conviven con alguno de los tipos de lupus eritematoso sistémico existente. Esta enfermedad autoinmune puede afectar a cualquier parte del cuerpo impactando en la calidad de vida de los pacientes. Todavía no tiene cura y los tratamientos existentes buscan prevenir los brotes y reducir su gravedad y duración. Una de las formas más graves del lupus es el neurosiquiátrico (LESNP), que afecta al sistema nervioso central y en el que el estrés puede tener un papel importante.
Investigadores de Michigan Medicine (Estados Unidos) han descubierto el mecanismo molecular que impulsa los efectos causantes de la enfermedad del factor de riesgo genético más común del lupus.
El lupus eritematoso sistémico es una enfermedad autoinmune común e incurable que afecta a millones de personas en todo el mundo, con una prevalencia especialmente alta entre las mujeres. Una variante genética, denominada HLA-DRB1*03:01, es el mayor factor de riesgo de esta enfermedad, que implica la inflamación de muchos órganos vitales y puede provocar discapacidades graves y la muerte.
En un estudio publicado en la revista científica 'Communications Biology', los investigadores descubrieron que una proteína codificada por esa variante del HLA desencadena una cascada de efectos moleculares y celulares que pueden causar los síntomas inflamatorios que se observan en los pacientes de lupus.
"Por primera vez, hemos encontrado el enigmático mecanismo que predispone genéticamente a las personas a los peores efectos de la forma más típica de lupus. Los hallazgos podrían facilitar potencialmente el descubrimiento de tratamientos seguros, sencillos y eficaces para el LES al dirigirse a esta nueva vía", explica Joseph Holoshitz, autor principal del artículo.
Los resultados apoyan una teoría novedosa sobre cómo variantes genéticas del tipo HLA-DRB1*03:01 pueden provocar enfermedades autoinmunes independientemente de la presentación de antígenos, el mecanismo tradicionalmente estudiado, que se ha propuesto desde hace tiempo pero, hasta ahora, no se ha demostrado directamente.
"Hemos identificado una cadena de acontecimientos en cultivos celulares, así como en un modelo de ratón de la enfermedad, que demuestran cómo se desarrollan las anomalías que pueden causar lupus, desde el primer efecto del gen de riesgo, pasando por la señalización, hasta llegar a las anomalías inmunológicas y las manifestaciones clínicas del lupus", apunta la doctora Bruna Miglioranza Scavuzzi, primera autora del trabajo.
Los hallazgos de este estudio recuerdan a otros anteriores en la artritis reumatoide, otra enfermedad asociada al HLA, que han allanado el camino para el desarrollo de pequeñas moléculas para tratar eficazmente la artritis en ratones, afirma Holoshitz.
"Se están llevando a cabo ensayos en humanos con esos compuestos, y espero que nuestros novedosos hallazgos conduzcan a esfuerzos similares para aliviar también la carga de millones de pacientes de lupus", afirma la investigadora.