El tratamiento con estatinas no agrava las lesiones musculares, el dolor ni la fatiga en las personas que realizan ejercicio de intensidad moderada, como caminar, según un estudio publicado en el 'Journal of the American College of Cardiology'. Sus resultados son tranquilizadores para las personas que sufren dolor muscular o fatiga a causa de las estatinas, pero que necesitan realizar actividad física para mantener bajos sus niveles de colesterol y sano su corazón.
Las estatinas han sido durante mucho tiempo el tratamiento de referencia para reducir el colesterol LDL o "malo" y prevenir las enfermedades cardiovasculares (ECV), pero, aunque en general se toleran bien, pueden causar dolor y debilidad muscular en algunas personas.
La actividad física también es una piedra angular de la prevención de las ECV, especialmente cuando se combina con estatinas, pero los estudios han demostrado que el ejercicio vigoroso puede aumentar el daño muscular en algunos usuarios de estatinas, lo que puede conducir a una disminución de la actividad física o hacer que las personas dejen de tomar su medicación. Se sabe menos sobre el impacto del ejercicio moderado.
"A pesar de que las puntuaciones de dolor y fatiga musculares eran más elevadas en los consumidores sintomáticos de estatinas al inicio del estudio"
Los investigadores trataron de comparar el impacto del ejercicio de intensidad moderada sobre las lesiones musculares en usuarios sintomáticos y asintomáticos de estatinas, además de controles que no usaban estatinas.
La sintomatología frente a la asintomatología se determinó por la presencia, localización e inicio de calambres musculares, dolor y/o debilidad mediante la puntuación del índice clínico de mialgia por estatinas.
Los investigadores también examinaron la asociación entre los niveles de CoQ10 leucocitaria en las lesiones musculares y las dolencias musculares, ya que las estatinas pueden disminuir los niveles de CoQ10 y unos niveles reducidos pueden predisponer a las personas a sufrir lesiones musculares.
Todos los participantes en el estudio caminaron 30, 40 ó 50 km, al día a un ritmo elegido por ellos mismos durante cuatro días consecutivos. Todos los consumidores de estatinas habían tomado la medicación durante al menos tres meses.
Los investigadores excluyeron a quienes padecían diabetes, hipo o hipertiroidismo, defectos hereditarios conocidos del músculo esquelético
Los investigadores excluyeron a quienes padecían diabetes, hipo o hipertiroidismo, defectos hereditarios conocidos del músculo esquelético, otras enfermedades conocidas por causar síntomas musculares o quienes tomaban suplementos de CoQ10.
No hubo diferencias en el índice de masa corporal, la circunferencia de la cintura, los niveles de actividad física o los niveles de vitamina D3 (los niveles bajos de vitamina D3 se han asociado a la miopatía inducida por estatinas y, por tanto, pueden ser un factor de riesgo para los síntomas musculares asociados a las estatinas) entre los tres grupos al inicio del estudio.
Los investigadores descubrieron que las estatinas no exacerbaban las lesiones musculares ni los síntomas musculares tras un ejercicio de intensidad moderada.
"A pesar de que las puntuaciones de dolor y fatiga musculares eran más elevadas en los consumidores sintomáticos de estatinas al inicio del estudio, el aumento de los síntomas musculares tras el ejercicio fue similar en los tres grupos", afirma la doctora Neeltje Allard, primera autora del estudio e investigadora del Departamento de Fisiología Integrativa del Centro Médico de la Universidad Radboud de Nimega (Países Bajos).
"Muchos pacientes que desarrollan síntomas musculares asociados a las estatinas pueden participar en un programa de caminatas moderadamente intensivo"
"Estos resultados demuestran que el ejercicio prolongado de intensidad moderada es seguro para los usuarios de estatinas y que pueden realizarlo para mantener un estilo de vida físicamente activo y obtener sus beneficios para la salud cardiovascular", añade.
Los investigadores no hallaron una correlación entre los niveles de CoQ10 en leucocitos y los marcadores de lesión muscular al inicio o después del ejercicio, ni tampoco entre los niveles de CoQ10 y la resistencia a la fatiga muscular o las puntuaciones de dolor muscular.
En un comentario editorial adjunto, el doctor Robert Rosenson, Director de Metabolismo y Lípidos del Sistema Sanitario Mount Sinai de Nueva York (Estados Unidos), afirma que los pacientes que experimentan síntomas musculares asociados a las estatinas suelen evitar el ejercicio debido al dolor y la debilidad musculares y a la preocupación de empeorar el dolor; sin embargo, el ejercicio es esencial para restablecer y mantener la forma física en personas con mayor riesgo de enfermedad cardiovascular o que han sufrido un episodio cardiovascular.
"Según el estudio, muchos pacientes que desarrollan síntomas musculares asociados a las estatinas pueden participar en un programa de caminatas moderadamente intensivo sin preocuparse por el empeoramiento de los biomarcadores musculares o del rendimiento", destaca.