El primer estudio en examinar si el sexoafecta significativamente los resultados cognitivos en personas que siguen intervenciones clínicas personalizadas contra el Alzheimer ha comprobado que cuando se trata de prevención, las mujeres y los hombres no son iguales, según publican en 'The Journal of Prevention of Alzheimer's Disease'.
Después de aumentar la edad, el factor de riesgo más significativo para la enfermedad de Alzheimer es el sexo: dos tercios de los pacientes con EA son mujeres. De hecho, incluso cuando se tienen en cuenta las tasas de mortalidad dependientes del género, la edad al morir y las diferencias en la esperanza de vida, las mujeres todavía tienen el doble de riesgo de incidencia.
El estudio, en el que han participado investigadores de Estados Unidos, Reino Unido, Puerto Rico, Canadá y Australia, es un análisis del ensayo Comparative Effectiveness Dementia & Alzheimer's Registry (CEDAR) iniciado en Weill Medicine en 2015
La investigación internacional, dirigida por el doctor Richard S. Isaacson, de la Florida Atlantic University, destacado neurólogo e investigador, y colaboradores de la NewYork-Presbyterian/Weill Cornell Medicine, en Estados Unidos, también determinó si el cambio en el riesgo de desarrollar enfermedad cardiovascular (ECV) y Alzheimer, junto con los marcadores sanguíneos de riesgo de EA, también se vieron afectados por el sexo.
Otros estudios se han centrado en el papel de las hormonas y los factores de riesgo específicos del sexo al examinar las diferencias en el riesgo de EA, pero ninguno ha explorado si estas intervenciones se traducen en diferencias en la práctica clínica del mundo real.
El estudio, en el que han participado investigadores de Estados Unidos, Reino Unido, Puerto Rico, Canadá y Australia, es un análisis del ensayo Comparative Effectiveness Dementia & Alzheimer's Registry (CEDAR) iniciado en Weill Medicine en 2015 y encabezado por Isaacson, que ya demostró que las intervenciones individualizadas y multidominio mejoraban la cognición y reducían el riesgo de EA tanto en mujeres como en hombres.
Los resultados del estudio mostraron que la atención para la reducción del riesgo en un entorno de clínica de prevención de la enfermedad de Alzheimer condujo a mejoras en la cognición tanto en mujeres como en hombres sin diferencias de sexo
En el análisis de subgrupos, los investigadores evaluaron la eficacia diferencial del propio enfoque clínico al considerar el sexo en los participantes de mayor cumplimiento de la cohorte original del estudio. Dentro de esta cohorte, al igual que en el estudio original, los participantes se clasificaron según los diagnósticos de partida: cognición normal, deterioro cognitivo subjetivo y los participantes con EA preclínica se clasificaron como "Prevención". El deterioro cognitivo leve debido a la EA y la EA leve se clasificaron como "Tratamiento temprano".
Los resultados del estudio mostraron que la atención para la reducción del riesgo en un entorno de clínica de prevención de la enfermedad de Alzheimer condujo a mejoras en la cognición tanto en mujeres como en hombres sin diferencias de sexo. Sin embargo, en el grupo de Prevención, las mujeres demostraron mayores mejoras en la puntuación de riesgo del Estudio Multiétnico de Aterosclerosis (MESA) que los hombres.