Casi uno de cada cuatro pacientes con insuficiencia cardíaca está deprimido o ansioso, según un estudio publicado en el 'European Journal of Preventive Cardiology', la revista de la Sociedad Europea de Cardiología (ESC). Los pacientes con insuficiencia cardíaca eran un 20% más propensos a desarrollar estos problemas de salud mental durante los cinco años posteriores al diagnóstico, en comparación con los enfermos de cáncer.
"El tratamiento de las enfermedades mentales en los pacientes con cáncer -psicooncología- está establecido desde hace mucho tiempo, pero los servicios similares para los pacientes cardíacos (psicocardiología) están todavía en sus inicios --señala el autor del estudio, el doctor Mark Luedde, del Grupo de Práctica Cardiológica de Bremerhaven (Alemania)--. Nuestro estudio sugiere que los pacientes con insuficiencia cardíaca podrían beneficiarse de un mayor apoyo a los problemas psicológicos".
La insuficiencia cardíaca afecta a unos 65 millones de personas en todo el mundo y es más mortal que algunos tipos de cáncer. El número de enfermedades coexistentes en los pacientes con insuficiencia cardíaca también está aumentando, y están relacionadas con una peor calidad de vida. Este estudio examinó la frecuencia con la que se producía la depresión o la ansiedad en el curso de la insuficiencia cardíaca en comparación con varios tipos de cáncer.
La insuficiencia cardíaca afecta a unos 65 millones de personas en todo el mundo y es más mortal que algunos tipos de cáncer
El estudio utilizó información de la base de datos German Disease Analyzer, representativa a nivel nacional, que incluye aproximadamente el 3% de las consultas externas. Los investigadores compararon la incidencia combinada de depresión y ansiedad durante los cinco años posteriores al diagnóstico de insuficiencia cardíaca o cáncer.
El análisis retrospectivo incluyó a adultos con un diagnóstico inicial de insuficiencia cardíaca, cáncer de mama, cáncer de próstata o cáncer de órganos digestivos en 1.274 prácticas generales entre 2000 y 2018. Fueron un total de 96.772 pacientes con insuficiencia cardíaca, 21.261 pacientes con cáncer de mama, 16.478 pacientes con cáncer de próstata y 29.479 pacientes con cáncer de órganos digestivos.
A los cinco años del diagnóstico, el 23,1% de los pacientes con insuficiencia cardíaca habían desarrollado depresión o ansiedad, en comparación con el 25,7%, el 22,1% y el 15,0% de los pacientes con cáncer de mama, digestivo y de próstata, respectivamente.
En comparación con el cáncer en general, los pacientes con insuficiencia cardíaca tenían un riesgo significativamente mayor de desarrollar depresión o ansiedad con una razón de riesgo de 1,20. Más concretamente, el riesgo de depresión o ansiedad de los pacientes con insuficiencia cardíaca era un 66% mayor que el de los pacientes con cáncer de próstata y un 17% mayor que el de los pacientes con cáncer gastrointestinal. Los riesgos de depresión y ansiedad fueron similares entre los pacientes con insuficiencia cardíaca y los que padecían cáncer de mama.
Los pacientes con insuficiencia cardíaca tenían un riesgo significativamente mayor de desarrollar depresión o ansiedad con una razón de riesgo de 1,20
En los cuatro grupos, la incidencia de la depresión y la ansiedad aumentó continuamente durante los cinco años de seguimiento.
El doctor Luedde explica que "la elevada incidencia de la depresión y la ansiedad en los pacientes con insuficiencia cardíaca demuestra la importancia de estos problemas. Aunque no investigamos las causas de los problemas de salud mental, la incidencia aún mayor en las pacientes con cáncer de mama puede estar relacionada con el miedo a la recidiva".
"El aumento de la incidencia de los problemas psicológicos a lo largo del tiempo, tanto en la insuficiencia cardíaca como en el cáncer, podría deberse a las limitaciones de las actividades cotidianas causadas por la fatiga, la movilidad reducida y otros síntomas debilitantes", añade.
Y concluye que "los servicios de apoyo psicológico para pacientes con cáncer son relativamente comunes. Sin embargo, se necesita más ayuda para los que padecen insuficiencia cardíaca, de los que casi una cuarta parte desarrollan depresión o ansiedad tras el diagnóstico".